Óscar Urtusástegui y Daniel Badillo comparten cómo el Coro Gay Ciudad de México se ha consolidado como una plataforma de resistencia política a través del arte coral. Desde su fundación, el coro ha dejado de ser solo un espacio musical para convertirse en una trinchera colectiva desde donde se disputan los sentidos de la identidad, la disidencia y la visibilidad LGBTI+. La música no solo emociona, también denuncia, interpela y transforma; por ello, el coro canta desde la memoria, el dolor y la esperanza, pero también desde la rabia, el orgullo y la celebración.
Óscar y Daniel destacan cómo es que el coro permite confrontar violencias estructurales y exclusiones cotidianas sin recurrir a la lógica panfletaria. Lo político, afirman, está en cada cuerpo que canta, en cada historia que se pone en juego, en cada armonía que desarma la norma. El grupo ha reunido a personas que, al llegar, no se asumían públicamente como parte de la comunidad LGBTI+, pero que encontraron en este espacio una forma de reconocerse, sanarse y afirmarse. Desde ahí, el Coro Gay Ciudad de México no solo representa diversidad, sino que la practica, la encarna y la vocaliza.
Con más de una década de historia, el Coro Gay Ciudad de México es hoy un referente cultural y político que demuestra que resistir también puede hacerse con belleza, vulnerabilidad y emoción, sin renunciar al gozo ni a la ternura.
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