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Lesly F. Valencia: Liderazgo y derecho penal

Lesly F. Valencia

Lesly F. Valencia | Foto: David F. Uriegas ©

Vida laboral, estudiantil y un fuerte sentido de justicia se asoman como algunos de los ejes rectores de esta conversación con Lesly Fernanda Valencia que Jorge de la Cabada y Adrián Regino sostuvieron para Digesto.


Lesly Fernanda Valencia es abogada penalista y actualmente preside el Consejo Interuniversitario Nacional de Estudiantes de Derecho, A. C. (CINED)


¿Por qué decidiste estudiar Derecho?

Desde una temprana edad tuve clara mi misión en la vida; no como tal dedicarme al derecho, por supuesto, pero sí defender las causas justas y a las personas. Una anécdota que ilustra esto inicia cuando tenía 6 años y aún vivía en Michoacán, de donde soy originaria;  en aquel entonces acostumbraba pasear a mi perrito en las mañanas. En alguna ocasión, durante uno de esos pases, escuché a un bebé llorar terriblemente. El llanto provenía de un predio en una de las zonas peligrosas del municipio donde vivía. Cuando me asomé para ver qué sucedía, vi a una señora con un garrote a punto de pegarle a un bebé. Imaginen a una Lesly de 6 años entrando a la casa de la señora y gritándole para detenerla, y después dando aviso a los vecinos sobre lo que estaba aconteciendo en ese lugar.

¿En tu familia había un antecedente de profesionistas que se dedicaran a la abogacía?

Mi mamá estudió Derecho pero al último se dedicó a cuidarnos a mis hermanos y a mí; nunca ejerció. Ella se casó con mi papá cuando eras estudiante, y nací mientras cursaba la licenciatura, así que me llevaba a sus clases. Posteriormente hizo sus prácticas profesionales en reclusorios y realizó actividades relacionadas con el derecho penal. Aunque inconsciente, desde pequeña estuve empapada de esos temas.

¿Trabajaste durante la licenciatura?

Yo fui becada por la Fundación Fausto Rico por excelencia académica. Uno de los requisitos para ser becada, es conjugar los estudios académicos con el ejercicio profesional, por eso empecé a trabajar.

En algún momento un reconocido profesor de la Escuela Libre de Derecho que me seguía en redes sociales me ofreció ayudarme a entrar a un despacho. Me invitó por una café para presentarme a una abogada, y conversé con ellos en lo que, ahora pienso, fue una entrevista de trabajo. Me dijeron que si me interesaba me podían contratar al instante. Por supuesto acepté. Ha sido una de mis peores experiencias laborales. Estuve ahí aproximadamente dos meses. No aprendí nada, no les gustaba enseñar, el socio no estaba muy presente y había una abogada encargada de todos los 3 pasantes que estábamos ahí.

Renuncié cuando despidieron a una de mis compañeras sin razón aparente. Posteriormente me la encontré en la Universidad Panamericana y le pregunté que por qué la habían despedido. Me compartió que en ese entonces nuestra jefa le había sugerido que tuvieran relaciones sexuales, hecho que probó con los mensajes de WhatsApp que ella le enviaba en las madrugadas invitándola a su departamento. Por supuesto conecté los puntos con algunas experiencias personales que tuve con esa señora hasta y que empezaron a tener sentido en ese momento. Mi primer acercamiento a un despacho en materia penal fue horrible y eso me desalentó un poco.

Por supuesto posteriormente vinieron mejores experiencias cuando entré a Basham.

En la etapa en la que trabajaste en el despecho de la Universidad Panamericana, ¿hubo algún caso que te marcara?

Recuerdo el caso de un señor a quien habían atropellado. Cuando viajaba en su moto, un microbús lo embistió y el conductor se dio a la fuga. No habían encontrado a la persona. Cuando llegué al bufete, el expediente llevaba ahí desde 2015, y me lo pasaron a mí. Lo revisé y fui a hablar con el policía de investigación y el ministerio público, y no habían hecho absolutamente nada. La víctima es quien se había puesto a investigar y se percató de que el chofer vivía en Querétaro. Ya solo faltaba que el policía de investigación corroborara. Al final investigaron y, efectivamente, el sujeto estaba allá. Se dictó una orden de aprehensión y detuvieron al chofer y repararon a la víctima después de 3 años en los que no se había hecho nada relacionado con ese asunto. Yo logré hacer que se moviera de nuevo.

Cualquier persona que quiere dedicarse al derecho penal debe de cumplir con ciertos requisitos personales, a parte de los scripts jurídicos.  ¿Tú qué opinas, se requiere un perfil determinado para ser penalista?

No, yo creo que eso es mentira. Muchas personas imaginan al abogado penalista como frío, mamón, pero no me parece que sea así.

Recientemente fuiste nombrada presidenta del Consejo Interuniversitario Nacional de Estudiantes de Derecho.

Así es. Anteriormente fui presidenta del consejo de alumnos de la facultad de derecho de la Universidad Panamericana. Aquí hacemos llevamos a cabo diversas actividades para promover que los estudiantes se involucren en actividades, para que puedan acceder a becas, para que crezcan afuera de las aulas. Organizamos conferencias, impulsamos una bolsa de trabajo, generamos vínculos entre estudiantes de diversas universidades en todo el territorio nacional, abrimos oportunidades para que las y los estudiantes participen en múltiples actividades que les ayuden a crecer personal, académica y profesionalmente. Prestamos particular cuidado a los temas vinculados con el género para garantizar y proteger la igualdad.

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¿Cómo entraste a trabajar a uno de los despachos más reconocidos en materia penal de la mano con uno de los referentes en la materia, el abogado Javier Coello Trejo?

Cuando me entrevisté con el notario Fausto Rico durante mi aplicación a la beca otorgada por su Fundación, él me dijo que me buscara un trabajo más allá del que tenía en el bufete. Entonces busqué con una de las personas a quien constantemente había invitado a dar conferencias a la UP, al licenciado Javier Coello Trejo, quien ahora es mi jefe.

Sí es un referente, como acabas de decir, en la materia; pero también es una persona muy humilde, muy sencilla, muy buena onda.

Tres preguntas para cerrar. ¿Un libro que te haya marcado la vida? ¿Un consejo que le darías a abogados o abogadas jóvenes que quieran estudiar derecho? ¿Una frase o una palabra que te describa?

Los libros que me han marcado en esta etapa de mi vida son los de Robert Greene. Ahorita estoy leyendo su libro Maestría, donde plantea que hay todo mundo para que uno pueda alcanzar sus sueños; aborda el tema de la vocación y la importancia de la determinación personal para superar barreras y alcanzar nuestros objetivos.

El consejo que les doy a los jóvenes es que sepan que no hay reglas para la vida. No hay un camino definido, cada persona traza el propio. No hay reglas para absolutamente nada. Haz lo que te dé la gana, sigue tus sueños y rompe paradigmas. Resiliente es la palabra que me describe. La capacidad de adaptarse a la diversidad de situaciones adversas y salir adelante con resultados positivos.

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