(1951-2020)
La desaparición física de Carlos Müggenburg Rodríguez Vigil, fallecido el pasado año (2020), representa una gran pérdida tanto para el foro mexicano como para la enseñanza del derecho. Su prestigio como especialista jurídico en temas corporativos y empresariales, así como su entrega apasionada a la docencia, le merecieron el respeto y admiración de sus colegas, clientes y alumnos.
Egresado con honores de la Escuela Libre de Derecho, donde obtuvo los mejores lugares en su generación por su aprovechamiento, muy pronto se incorporó a uno de los despachos más importantes del país, donde su acertada colaboración le permitió alcanzar la experiencia necesaria y el renombre suficiente para emprender su propia firma, la que se convertiría en un referente obligado entre los expertos en cuestiones de propiedad industrial e intelectual, lo cual redundó en beneficio de su clientela, que siempre obtuvo de él no sólo un servicio de alta calidad, sino también un trato afectuoso y consejo preciso.
También, desde muy temprano, Carlos Müggenburg demostró su vocación de educador, comprometido con la enseñanza del derecho precisamente en su alma mater, donde impartió por más de cuarenta años la materia Introducción al Estudio del Derecho, luego trasformada en Teoría del Derecho. En el ejercicio de la cátedra desplegó sus virtudes y cualidades para poder iniciar en la abogacía a la juventud estudiosa que arribaba al primer año de la licenciatura, reto difícil para el cual demostró poseer la habilidad amorosa y entusiasta que caracteriza a los grandes maestros. Y lo consiguió con su paciencia, claridad y metódica forma para explicar conceptos complejos y desentrañar los principios lógicos y normativos de la ciencia jurídica. Esta labor se complementó con su participación en el Comité Editorial y en la Junta Directiva de la Escuela, como vocal.
Carlos Müggenburg fue un abogado conocedor, íntegro y confiable; un maestro dedicado, respetuoso y bondadoso; pero, sobre todo, un hombre amable, bueno y muy querido por su familia, amigos, clientes, colegas y alumnos. Descanse en paz.
