Ana Gabriela Fernández se adentra al poético viaje por el que el pianista italiano, Arturo Benedetti Michelangeli, lleva a sus oyentes con su interpretación de los Preludios de Claude Debussy.
En el vasto panorama de la música clásica pocos compositores han logrado capturar la esencia efímera de la vida con la maestría de Claude Debussy. Su obra, especialmente los Preludios, se alza como una expresión evocadora del mal llamado impresionismo musical y la interpretación magistral de Arturo Benedetti Michelangeli en el álbum homónimo constituye una inmersión profunda en este cautivador mundo sonoro que va más allá del impresionismo.
Arturo Benedetti Michelangeli, un virtuoso pianista italiano, es conocido por su enfoque meticuloso y su búsqueda incansable de la perfección artística. Su conexión con la obra de Debussy es evidente desde los primeros compases del álbum, donde nos sumerge en un viaje intrincado a través de los preludios que reflejan la riqueza y la diversidad de la música debussiana. El álbum presenta una selección cuidadosamente curada de los preludios más representativos del maestro. Desde la etérea apertura de Danseuses de Delphes hasta la conclusión majestuosa de Feux d’artifice, Michelangeli nos guía a través de este ciclo con una narrativa coherente, revelando las complejidades de la mente del compositor francés.
La técnica de Michelangeli es un pilar fundamental de su interpretación. En cada preludio su destreza técnica brilla con una claridad impresionante. En Les sons et les parfums tournent dans l’air du soir, sus manos danzan sobre el teclado, creando una textura etérea que captura la esencia del crepúsculo en la música. Más allá de la técnica, Michelangeli le infunde a cada pieza una expresividad y una sensibilidad extraordinarias. En La fille aux cheveux de lin su toque delicado y sus fraseos cautivadores revelan la nostalgia y la ternura impregnadas en la melodía. Cada nota es una paleta de colores que pinta paisajes sonoros vívidos y emotivos.
Los Preludios de Debussy revelan una dualidad fascinante: la intersección entre la estructura y la libertad, la tradición y la innovación. Michelangeli capta esta dualidad de manera ejemplar, navegando con maestría entre la armonía impresionista y la estructura formal, creando así una experiencia auditiva que es, a la vez, evocadora y meticulosamente elaborada.
La riqueza armónica de Debussy se explora a profundidad en este álbum. Cada acorde y cada cambio de tonalidad son meticulosamente tratados por Michelangeli. En La cathédrale engloutie, por ejemplo, las resonancias del piano se convierten en olas que emergen y se sumergen, llevando al oyente a las profundidades de la mitología y de la imaginación. En los preludios debussianos, la naturaleza es un elemento central. Michelangeli comprende esta conexión y la transmite con una poesía palpable. En Ce qu’a vu le vent d’ouest, los vientos furiosos son evocados con un ritmo incisivo y con una intensidad que nos transporta a un paisaje tormentoso y visceral.
Una característica distintiva de la interpretación de Michelangeli es su habilidad para interpretar el silencio. En los momentos de pausa, como en La sérénade interrompue, el silencio se convierte en una presencia palpable que intensifica la expresividad general de la obra. La disposición de los preludios en el álbum sigue una progresión que va más allá de la simple sucesión de piezas. Michelangeli estructura el viaje musical de manera que cada preludio se conecta con el siguiente, creando una experiencia auditiva que es más que la suma de sus partes.Debussy fue un apasionado de las diversas corrientes musicales de su tiempo, incluido el jazz. Michelangeli capta la esencia de esta influencia en preludios como General Lavine ‒ eccentric, donde los ritmos y las armonías atrevidas reflejan la amalgama de estilos que caracteriza la época.
La culminación del viaje es Feux d’artifice, un preludio que presenta desafíos técnicos considerables. Michelangeli no sólo supera estos retos con gracia y destreza, sino que también nos lleva a un clímax triunfal, celebrando la maestría del compositor y del intérprete.
Debussy preludios de Arturo Benedetti Michelangeli es una obra maestra que trasciende la mera interpretación musical. Es un diálogo íntimo con la mente brillante de Debussy, un viaje a través de paisajes sonoros que evocan emociones complejas y reflexiones profundas. Michelangeli no sólo interpreta las notas en el papel, sino que desentraña los secretos que están implícitos en la partitura, revelando la esencia de la música de Debussy. De eso se trata la maestría interpretativa.
En este álbum, Michelangeli no es simplemente un pianista, sino un narrador musical que nos guía a través de la complejidad y la belleza de los preludios de Debussy con una maestría sin igual. Esta grabación no sólo es una contribución significativa al legado de Michelangeli, sino también una obra esencial para cualquier amante de la música clásica que busca explorar las profundidades del mal llamado impresionismo musical.
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Claude Debussy, Arturo Benedetti Michelangeli ‒ Preludios.
Sello Deutsche Grammophon.
Vinilo LP
1978
