María Solange Estrada reflexiona en torno a la protección de jueces en México y la necesidad de transparencia frente a tribunales sin rostro, en un sistema judicial vulnerable a la violencia. ¿Cuál es el balance adecuado entre transparencia y seguridad?
En 1990,1 tras el asesinato de 24 jueces a manos de la mafia siciliana, Italia adoptó por primera vez un esquema excepcional para evitar que la impartición de justicia independiente e imparcial se viera condenada a morir: la instrumentación de tribunales sin rostro,2 es decir, la secrecía en la impartición de justicia y la imposibilidad de conocer a la persona detrás del juez. En la actualidad, cuatro países han instrumentado esta figura: Italia, Colombia, Perú y Brasil.
En México, hoy en día, nuestros legisladores y, en muchas ocasiones, los propios jueces, hacen alusión orgullosamente al principio de publicidad que rige en el sistema penal acusatorio. Expresan la absoluta necesidad de su aplicación, pues sin éste, dicen, estaríamos sometidos completamente a decisiones arbitrarias o poco fiables por parte de los encargados de brindar justicia a las víctimas. Aluden al hecho de que antes estábamos sometidos al imperio del juez, sin que hubiera ningún tipo de rendición de cuentas frente a la sociedad, ni transparencia. Los jueces hacían lo que querían y no había forma de saber si su decisión había sido justa o no.
Es cierto que una absoluta secrecía sobre las decisiones del juez puede derivar en falta de control sobre aquéllos; sin embargo, ¿es necesaria la publicidad de su persona? Reconocemos que, en algunos casos excepcionales, la publicidad tiene que ser limitada, normalmente para brindar mayor seguridad al proceso o a la propia víctima. No obstante, no suele mencionarse la seguridad que tendríamos que asegurar a nuestros juzgadores. Especialmente en ciertos estados del país donde la violencia contra los funcionarios del Poder Judicial va escalando a niveles incontrolables. Según Infobae, desde 2001 hasta 2020, cinco jueces y magistrados han sido asesinados.3 Esta cifra únicamente incluye a aquellos de competencia federal, sin tomar en cuenta a quienes ejercen su labor en el ámbito local.
No olvidemos el caso de Roberto Martínez, el juez zacatecano que recibió dos balazos tras salir de su casa, ni el de Uriel Villegas, juez federal asesinado en 2020 junto con su esposa. Éstos y muchos otros casos están demostrando que cada vez más nuestro sistema judicial corre peligro.
¿Cómo podemos exigir a nuestros jueces que mantengan la imparcialidad cuando no podemos asegurarles la vida? Cabe decir que en muchos de estos casos quienes fueron asesinados conocían o habían resuelto asuntos en los que se estaba involucrada la delincuencia organizada. Si no ideamos cuanto antes una manera eficaz de proteger su independencia y su imparcialidad, quedaremos en la indefensión total. No podemos dejar atrás a nuestros jueces, juezas, magistrados y magistradas. No debemos permitir que quienes hacen uso de la amenaza y de la violencia influyan en las decisiones del Poder Judicial.
En consecuencia, la propuesta de instrumentar un sistema de “tribunales sin rostro” en México no parece muy descabellada. Tenemos que empezar a admitir que nuestro sistema penal acusatorio aún tiene problemas, que tal vez llevar sus principios al extremo puede conducirnos por un camino peor que aquel de donde venimos.
Debemos solicitar a nuestro legislador que lleve a cabo un análisis comparativo entre las posiciones expuestas y definamos si el principio de publicidad, especialmente en su vertiente externa, puede conducirnos al camino correcto o si, en realidad, está funcionando sobre todo como una herramienta de coerción sobre nuestros jueces.
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- C. Espinoza, “Jueces sin rostro traerán consecuencias a procesados en régimen”, La Prensa Gráfica, 2022, en https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Jueces-sin-rostro-traeran-consecuencias-a-procesados-en-regimen-20220608-0087.html. Consultado el 8 de octubre de 2023.[↩]
- R. Monreal, “Jueces sin rostro: ni plata ni plomo”, La Pluma, 2022, https://ricardomonrealavila.com/jueces-sin-rostro-ni-plata-ni-plomo/. Consultado el 8 de octubre de 2023.[↩]
- M. González, “Cinco jueces y magistrados federales han sido asesinados en México en los últimos 19 años”, Infobae, 2020, en https://www.infobae.com/america/mexico/2020/08/11/cinco-jueces-y-magistrados-federales-han-sido-asesinados-en-mexico-en-los-ultimos-19-anos/. Consultado el 8 de octubre de 2023.[↩]
