La falta de representación de las mujeres en el gremio jurídico es un grave problema. Pocas historias de mujeres que ejercen el Derecho han logrado colarse en la historia y se han insertado en los documentos que nos permiten regresar al pasado y conocer su trabajo. Un caso es el de Erin Brockovich, cuya vida fue llevada al cine. Jaime Vázquez escribe sobre el filme que lleva por título su nombre.
Julia Roberts fue nominada al Oscar por sus actuaciones en Magnolias de acero (1990) y Mujer bonita (1991), pero fue hasta su tercera oportunidad cuando obtiene el premio, al interpretar a Erin Brockovich, ambientalista que luchó en los tribunales y logró una importante victoria contra la compañía Pacific Gas & Electric Company, causante de la contaminación del agua y la enfermedad de algunos habitantes de la comunidad de Hinkley, California.
La historia real se volvió película, dirigida por Steven Soderbergh en 1999. Se tituló simplemente Erin Brockovich. Soderbergh le dio pinceladas de ficción a la vida y épica hazaña de superación al estilo hollywoodense de una mujer que, en 1993, desde un despacho de abogados, descubre y documenta la relación entre las enfermedades producidas por cromo en el agua y los desechos de una compañía de gas y electricidad.
Con un gran éxito de taquilla la película recaudó en poco tiempo más de 250 millones de dólares, cuando su costo de producción apenas rebasó los 50 millones.
Soderbergh, su director, debutó haciendo historia con su ópera prima Sexo, mentiras y video en el Festival de Sundance y ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1989. Ese año Soderbergh competía por un Oscar como mejor director con dos de sus películas; la otra era Traffic, por la que finalmente se llevó la estatuilla.En la vida real Erin Brockovich ganó en 1996 la demanda millonaria contra la empresa contaminante y continuó trabajando en casos similares, asumiendo un papel destacado en la lucha contra compañías responsables de emitir materiales tóxicos hacia la población. En 2001 publicó su libro La vida es una lucha pero puedes ganar, y en 2005 la Facultad de Derecho Lewis & Clarck de Portland le otorgó el doctorado honoris causa.
En la ficción cinematográfica, Erin es una mujer divorciada, madre de tres hijos, lo suficientemente ruda como para abrirse paso en un mundo vedado para las mujeres, y lo necesariamente frágil para colar una historia de amor con Julia Roberts como protagonista. Su fe en lo que hace, la búsqueda de la verdad y la aplicación de la ley forman la columna vertebral de la cinta.
Al lado de Julia Roberts, como un abogado casi vencido por la vida, está el gran actor Albert Finney. La propia Erin Brockovich hace un pequeño papel, un “cameo” como la mesera de nombre Julia, que en una escena atiende a la Erin, interpretada por la verdadera Julia.
Erin Brockovich fue una exitosa y taquillera película que contó la tenaz lucha de una mujer comprometida con una comunidad, el medio ambiente y la fuerza de la ley en una sociedad democrática.
Julia Roberts se ha convertido en una estrella de la industria hollywoodense. Erin Brockovich es consultora y referente de diversas firmas de abogados en Estados Unidos. El cine proyectó ambas vidas: una actriz y una activista por el medio ambiente; una historia donde la ley y sus múltiples rostros es la protagonista.
