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Estudiantes, juventudes e inclusión en la academia jurídica

La inclusión de las estudiantes de derecho en actividades de la academia jurídica, como la investigación, son fundamentales para generar condiciones de igualdad sustancial en el desarrollo de las futuras abogadas en las facultades de derecho del país. Adriana Venegas, Ivanna Patricia Aragón, Fátima Paula Ballesteros y María Fernanda Sánchez comparten su experiencia como una invitación a potenciar el cambio.


La importancia de que las juventudes participen en la academia jurídica: reflexiones y experiencias

Adriana – Yo creo que las juventudes siempre hemos tenido algo que decir, y me parece que el término juventud no está peleado con el de conocimiento. Tal vez sí haya una limitación en experiencia, pero creo que las juventudes somos importantes para cambiar muchos paradigmas que se han sostenido a lo largo de muchos años. Según mi experiencia, he tenido la oportunidad, gracias a la invitación del doctor Marco Antonio Zeind, de participar en la redacción de dos capítulos para libros: uno sobre anticorrupción y otro sobre la Agenda 2030. Este segundo me ha abierto la oportunidad de investigar y proponer qué podríamos hacer en materia de género. Gracias a eso también se me han abierto algunas puertas: hace seis meses tuve la fortuna de irme de intercambio a Italia, donde estuve aprendiendo e inmiscuyéndome mucho más en el tema. Las juventudes tenemos mucho que decir y mucho en qué participar.

Fernanda – Yo quiero destacar que a las juventudes siempre se nos ha atribuido la responsabilidad del cambio; pienso que en realidad esto ha sido una cuestión generacional. No creo que seamos los primeros jóvenes que tenemos esa responsabilidad, precisamente porque se van generando cambios en la sociedad y actualmente a nosotras nos toca acopmpañarlos. Yo también he tenido la oportunidad de participar en proyectos extraacadémicos. Una experiencia padrísima que tuvimos hace pocos meses fue un concurso del Info cdmx sobre acceso a la información pública, transparencia y protección de datos personales, en el que tuvimos que prepararnos cuatro meses enteros para participar. Personalmente, este concurso me ayudó a darme cuenta de que ésta es una materia que me interesa mucho, y yo creo que si no me hubiera involucrado, por invitación del doctor y de todo el comité organizador, no hubiera podido descubrir que ésa es mi vocación. 

Ivanna – Ya lo dijo Fernanda: ser agentes de cambio es muy importante. Las juventudes tienen que adoptar ese rol. El futuro es hoy; en este sentido, el cambio se debe hacer hoy. El hecho de abrir espacios de participación para las juventudes es muy importante, pues nos permite trabajar, investigar y hacer cosas de la mano de personas brillantes y expertas. Esto me ha impactado de muchas maneras, tanto personal como profesionalmente. Por un lado, me ha permitido aproximarme con seriedad y responsabilidad a temas como la corrupción en México, buscando soluciones para un país mejor y, por otro lado, me ha proporcionado la experiencia de lo que significa la investigación, la redacción y la publicación de un trabajo. Agradezco mucho la oportunidad que me han dado de participar en estos eventos y de colaborar en libros tan importantes y significativos.

Fátima – A la luz de lo que han comentado mis compañeras, hay algo muy importante que hay que resaltar: la acción. Tener estas oportunidades como jóvenes fomentan la responsabilidad hacia nuestro presente y, por ende, hacia el futuro que esperamos como generación. Desde luego, en ese contexto quiero agradecer al doctor Marco Antonio, quien me dio la oportunidad de realizar una investigación para el libro Agenda 2030. Una visión desde las juventudes (Porrúa/Info cdmx, 2023), acerca de una plan de acción global tan importante, no sólo para la sociedad internacional, sino también para nuestro país. Esto, aunado al hecho de que en nuestra facultad se nos permite, como juventudes, involucrarnos en los procesos de investigación a través de los distintos seminarios con los que contamos. Esto me ha sido útil pues, paralelamente, a lo largo de cinco años en el activismo joven y de mi papel como presidente de una organización no gubernamental nacional, busco inspirar a otras juventudes para construir un mejor país.

Marco Antonio Zeind El papel de las juventudes en México y en el mundo, debemos estar convencidas y convencidos, es indispensable. Hoy no podemos operar, en ninguna parte, en ningún sector (público, académico, privado, social), sin la participación de quienes en algún momento se encargarán de todo lo que vendrá en el futuro y también de las generaciones que iremos creciendo y que de alguna manera dependeremos de su fuerza productiva y de su desarrollo. Además, este tipo de proyectos, como los que han comentado estas abogadas brillantes, no podrían lograrse sin el convencimiento y el impulso de académicos tan relevantes como el director de la Facultad de Derecho, doctor Raúl Contreras Bustamante, y el doctor Julio César Bonilla Gutiérrez; tampoco sin el apoyo institucional de esta facultad y del órgano garante de la transparencia de la Ciudad de México. Parte de nuestro convencimiento es la participación indispensable de las mujeres. Eso es algo que debemos destacar, promover e impulsar, en el lugar donde nos toque estar en el futuro. Escuchar la opinión de todos los sectores de la sociedad es fundamental para resolver los grandes problemas y para superar los retos a los que se enfrenta la humanidad en este mundo tan cambiante, en constante evolución (y, en algunos casos lamentables, involución).

Investigación, actividades extracadémicas, justicia e igualdad sustancial

Adriana – Estos espacios nos dan voz no solamente como mujeres sino también como estudiantes universitarias. Me parece que con nuestra participación nos volvemos representantes de muchos grupos en situación de vulnerabilidad y abrimos caminos y espacios de diálogo para que en otros lugares se pueda analizar este tipo de problemáticas. Además, también creo que, siendo mujeres, tenemos el poder y la responsabilidad de hablar sobre muchas cuestiones que a veces son relegadas u olvidadas por otros sectores de la sociedad.

Fernanda – ¿Qué ejemplo más claro necesitamos acerca de cómo hacemos justicia a través de estos proyectos que estar sentadas en esta silla? No tenemos que remitirnos a décadas en el pasado; hoy sigo escuchando anécdotas de profesoras de esta facultad que nos cuentan muy vívidamente cómo hace algunos años no había presencia de mujeres en estas aulas ni de estudiantes escribiendo libros. Yo creo que éste es el más claro ejemplo de que con estas participaciones somos el parteaguas para que generaciones futuras o más jóvenes que nosotras puedan tener la esperanza de que van a poder desarrollarse en estos ámbitos. Yo escribo en un periódico estudiantil, un diario que fundamos estudiantes de esta facultad, y el hecho de que mis compañeros hayan visto que fui parte de proyectos colaborativos como las publicaciones a las que hemos aludido, les da la ilusión de pensar que ellos también pueden lograrlo; eso es precisamente lo que estas experiencias nos permiten compartir. Abrir estos espacios es la forma más simple de hacer justicia y promover el cambio.

Ivanna – Las y los autores de las obras que ya mencionamos tenemos la finalidad de inspirar a otras personas y llegar a lugares impensados. El hecho de que hayan participado más mujeres que hombres en estas dos obras, da base para que entren más mujeres a trabajar en estos temas. El hecho de ser mujeres y jóvenes es una muestra clara de que las mujeres estamos dando un paso adelante. No me gustaría decir que antes no lo hacíamos; sin embargo, ahora se nos está reconociendo ese espacio y hay que llegar más lejos. El hecho de que estemos cuatro mujeres aquí es justicia, porque por fin estamos tomando los espacios que nos corresponden. 

Fátima – También es muy importante poner nuestro privilegio al servicio de los demás. Nosotras tenemos la responsabilidad de que estas oportunidades estén al servicio de los demás mediante lo que hemos hecho. Evidentemente, como ya mencionaban mis compañeras, inspirar a más jóvenes y llegar a lugares impensables. Eso también va de la mano del trabajo y de los retos que hemos vivido como mujeres jóvenes, y no solamente desde una perspectiva académica, sino también de manera personal. Desde el ámbito político, la incidencia política y el activismo joven, es complejo, porque primero te enfrentas a ser joven y posteriormente te enfrentas a ser mujer joven, y esto, afortunadamente, también es algo que se ha hecho en la historia de la comunidad y se pudo plasmar en otro de los libros de los cuales soy parte: el Camino político y social de las juventudes, donde escribimos más de 40 jóvenes a nivel internacional. Y precisamente tenemos esto muy claro, que hoy como mujeres estamos marcando la diferencia y que hoy como mujeres jóvenes estamos construyendo lo mejor para las generaciones que vienen detrás de nosotros.

Marco Antonio Zeind – La forma en la que hemos encontrado de hacer justicia y generar condiciones de equidad, al menos en el Seminario de Derecho Administrativo que me honro en dirigir, es mediante las publicaciones y las actividades que llevamos a cabo. En el seminario siempre (y obligatoriamente) debe haber participación de personas jóvenes y, mayoritariamente, de mujeres, tanto alumnas como profesoras y profesionales de cualquier sector del que hablamos en ese espacio. Esto es parte del convencimiento de que tenemos una deuda histórica que debe pagarse. Hay que buscar que se abran los espacios que desde hace mucho tiempo se han negado a las mujeres y a las personas jóvenes, y una buena manera de hacerlo es desde la academia. Si la academia es el ámbito en el que estamos enseñando cotidianamente y estamos utilizando el discurso de la inclusión, el de la justicia, el de la perspectiva de género, parte del compromiso que tenemos es implementar políticas categóricas al respecto. Debo decirles que hoy lo que se ha hecho en el seminario y lo que se ha hecho a partir de la iniciativa de nuestro director, que es un convencido de estas causas, ya ha sido replicado en otras facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México, en otras escuelas y en algunas firmas. Ese efecto puede generarse con la réplica de una buena práctica que puede ir generando todas las condiciones para que personas que tienen el privilegio de contar con este tipo de accesos puedan, en su momento, hacer que otras personas también lo logren, y no solamente mujeres o personas jóvenes, sino también otros grupos que han sido históricamente colocados en situación de vulnerabilidad.

Retos que todavía hay que enfrentar, desde el ser estudiantes, desde el ser jóvenes, desde el ser mujeres

Adriana – Primero, entre jóvenes deberíamos apoyarnos y ayudarnos mutuamente a levantar la mano, porque muchas veces nos sentimos limitados o espantados para tomar los espacios públicos, pues aún creemos en esa vieja consigna de que esos espacios no nos pertenecen, de que son más bien para los experimentados o para quienes tienen más edad o son más avezados en ciertos temas. Por eso debemos apoyarnos entre jóvenes. Y también creo que un aspecto muy importante que el doctor mencionó hace algunos momentos es el tema de la interseccionalidad. Y que dejemos también que otras personas tomen estas riendas y protesten por sus necesidades para que éstas se puedan plasmar y se transformen de exigencias en realidades.

Fernanda – A mí me parece que uno de los principales retos, sin descartar el contexto social que ya mencionamos, es parar la victimización, en el sentido de todo el tiempo estar recordando el pasado y lo que no se nos permitía. Más bien hay que tomar el presente y utilizarlo para poder llegar al futuro que estamos persiguiendo. Porque si eternamente seguimos pensando en aquellos pasajes de la historia de los cuales no éramos parte, como mujeres o como estudiantes no avanzaremos. Yo creo que todos esos momentos sirven para tomarlos como el ejemplo de lo que no vamos a permitir que vuelva a pasar, con base en la acción; no podemos quedarnos sentadas criticando y esperando a que lleguen las oportunidades.

Ivanna – El reto es seguir creando espacios de participación; pero no sólo eso, sino participar en esos espacios. Lo que nosotras estamos haciendo ahora queremos que se replique en todo el país, y que se valore a los jóvenes, porque los jóvenes aportan ideas y propuestas nuevas que la sociedad tiene la obligación de escuchar. También hay que creer que nosotros podemos aportar y hacer cambios.

Fátima – Nuestra generación está cambiando el mundo y nuestro mayor reto es demostrar cómo lo estamos haciendo. No solamente a partir de la creación de estos espacios, sino también a partir de la asunción de nuestras responsabilidades y de nuestra participación activa en la toma de decisiones. Partimos de la academia porque aquí nos estamos formando y porque aquí nos estamos preparando para tomar las riendas de un país y del mundo entero. Como generación debemos tener muy claro que no hay mejor aliado de un joven que otro joven: tenemos que ir juntos. Si como generación no vamos juntos en el camino, posiblemente no tendremos el futuro que estamos esperando. Lo que estamos trabajando hoy en el presente, se tiene que proyectar hacia el futuro que estamos imaginando y que queremos heredar a toda una generación; evidentemente, nosotras hoy, como juventudes, ya estamos haciendo algo por nuestro país, por el mundo, por nuestras universidades, desde otros espacios de incidencia.Marco Antonio Zeind. No tengo duda de que el hecho de que hoy estemos presenciando la forma en que se han expresado estas cuatro jóvenes y brillantes abogadas es un ejemplo claro de lo que se está formando en la Facultad de Derecho, de lo que se está formando desde las familias de cada una de ellas, y de que algún día, tanto Adriana como Ivana, Fátima y María Fernanda, tendrán y deberán ocupar espacios de toma de decisiones muy importantes. Tal vez hoy estemos ante la presencia de una futura directora de la Facultad de Derecho, una futura rectora de la Universidad Nacional Autónoma de México, una futura ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o una futura senadora o una futura presidenta de la República. Todo esto que se está hoy realizando y poniendo en práctica a partir de esta solidaridad y a partir de este principio de hacer las cosas mejor para las siguientes generaciones, podrán llevarlo a estas zonas donde será posible tomar estas decisiones y donde podrán generarse todos los elementos, todas las condiciones que se necesitan, para que la gente pueda tomar las decisiones suficientes y necesarias con la finalidad de que tengamos un mejor país y, sin duda, de que eventualmente vivamos en un mundo mejor.

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