Ha iniciado el proceso para la selección de una nueva persona que encabece, desde la rectoría, a la Universidad Nacional Autónoma de México. El proceso de transición implica numerosos retos. Al respecto hemos platicado con Marco Antonio Zeind Chávez, director del Seminario de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho, y experto en la legislación universitaria.
Marco Antonio Zeind Chávez es director del Seminario de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Entre sus libros, destaca el que escribió con el doctor Raúl Contreras Bustamante: Universidades públicas autónomas: Límites y alcances de la autonomía univeristaria (Facultad de Derecho & Tirant lo Blanch, 2022).
¿Cuál es la importancia del proceso de cambio de rectoría para la democracia?
Marco Antonio Zeind – En términos de la democracia es muy importante porque estamos hablando de la universidad más importante del país, estamos hablando de una comunidad de más de 500 mil personas donde se viven de manera muy intensa ejercicios democráticos Los valores de la democracia se promueven en las aulas y, desde luego, para la integración de sus órganos de gobierno. También es muy importante, en términos democráticos, para tener a las autoridades idóneas para determinar el destino de la UNAM y de las dependencias y entidades internas.
¿En qué consiste este procedimiento?
Marco Antonio Zeind – Las personas a quienes les interese tener la titularidad de la rectoría tienen que cumplir con determinados requisitos formales establecidos en dos normas: la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Estatuto General de la misma. Una vez que se tiene a las y los candidatos que cumplen con esos requisitos formales, es necesario que haya una expresión por parte de la comunidad universitaria para acudir ante un órgano colegiado, creado ex profeso para la elección de autoridades, como lo es la Junta de Gobierno de nuestra Universidad. Esta Junta se encuentra integrada por 15 personas que son elegidas por el Consejo Universitario, la máxima autoridad de la UNAM y su órgano legislativo. La Junta es la que se encarga de llevar a cabo la elección de las personas que tendrán la titularidad de la rectoría, de las direcciones de las facultades, de las escuelas y de los institutos de investigación, entre otras.
¿Cuáles son los mayores riesgos que pueden afectar al procedimiento para la elección de la rectoría?
Marco Antonio Zeind – A lo largo de su historia, la UNAM (y me atrevo a decir, después de haber hecho un estudio detallado al respecto, que las más de 39 universidades públicas autónomas de este país), se ha enfrentado al intento de agentes externos (públicos y privados) de intervenir en su vida interna. Por esto es importante que las comunidades universitarias de cada una de las 40 instituciones de las que hablamos, seamos vigilantes y estemos listos para defender y ejercer de manera plena nuestras autonomías. Finalmente, la autonomía es el principal atributo con el que cuentan estas instituciones y es el atributo que garantiza lo que conocemos como libertad académica, que no es otra cosa de libertad de cátedra, la libertad de investigación, el libre examen, la libre discusión de las ideas.
Esta universidad que permite esta libertad nos lleva a que nuestras instituciones se puedan discutir todas las corrientes del pensamiento sin que intente imponerse una de ellas. Eso es lo que tenemos que defender con la autonomía. Hay que destacar, sin embargo, que la autonomía no quiere decir que las universidades estén por encima de la ley; esa es, de hecho, el límite que tiene la autonomía universitaria.
¿Cuáles son los principales actores del proceso y qué papel juega la comunidad estudiantil?
Marco Antonio Zeind – La propia comunidad universitaria es la principal actora de este proceso. Alumnas y alumnos, personal académico, personal administrativo, personas egresadas. La comunidad estudiantil se encuentra representada en todos los órganos colegiados de la Universidad, desde el consejo universitario hasta los consejos técnicos en las facultades; esta comunidad estudiantil tiene una participación muy intensa en el proceso toda vez que puede acudir frente a los integrantes de La Junta de Gobierno para expresar sus preocupaciones sobre la UNAM y también cuáles son sus simpatías para alguna o alguno de los candidatos que estén aspirando a la titularidad de la rectoría.
¿Cuáles son los elementos relevantes que hay que estar observando en los próximos meses?
Marco Antonio Zeind – La UNAM está compuesta por una comunidad de más de 500 mil personas. Ahí se ejercen, al menos para el ejercicio fiscal 2023, más de 52 mil millones de pesos, obtenidos, en su mayoría, del presupuesto federal; finalmente, son los impuestos de las personas contribuyentes los que contribuyen a su sostenimiento. Por ello la sociedad debe de ser la principal beneficiaria de todas sus funciones.
La UNAM ejerce un liderazgo natural respecto de todas las demás instituciones de educación superior, públicas y privadas, pues es la punta de lanza; a partir de ahí empieza a premiarse todo el sistema de educación superior en México.
El activismo dentro de la universidad, la conciencia crítica de su comunidad, es una parte fundamental de la democracia mexicana, más en tiempos en que la democracia pareciera estar siendo atacada. Como sucede en todo el mundo, es en las universidades donde esto se visibiliza, donde se intenta corregir y donde se elaboran las propuestas para el mejoramiento no solo de la vida institucional en México, sino de la vida democrática del país. Hoy en la UNAM se publican el 25 % de los artículos científicos que se generan en el país; es aquí donde se produce, difunde y enseña gran parte del conocimiento.
Su prestigio académico, educativo y cultural la ha colocado en el lugar 93 de las mejores universidades del mundo.
La UNAM se caracteriza por la diversidad de pensamientos, opiniones, intereses y personalidades. Esto se manifiesta entre los nombres de quienes quieren ocupar la rectoría. En este sentido, ¿qué perfil necesita la Universidad en este momento en su cabeza?
Marco Antonio Zeind – Yo veo diferentes aspectos que debe cubrir la persona que vaya a tener el honor de dirigir los destinos de la UNAM. El primero es el estrictamente universitario: la persona tiene que ser una firme defensora de la autonomía universitaria. Seguramente, ustedes ya han visto que ha habido diversos intentos en la actual legislatura de ingresar iniciativas para reformar la forma de elección de las autoridades de la Universidad y esto tiene que llamarnos la atención. Es claro el artículo 3 constitucional respecto a la facultad de autogobernarse que tiene la UNAM, también es clara la Ley General de Educación Superior al señalar que para cualquier reforma que implique un cambio en la organización interna de las universidades autónomas públicas, se requiere antes de la opinión de su comunidad universitaria expresada a través de su máximo órgano de gobierno.
El segundo aspecto es el académico. Tendría que ser una persona que en su trabajo previo haya demostrado que puede llevar a buen puerto las instituciones de las que ha formado parte. Esto se manifiesta, por ejemplo, en haber posicionado en mejores lugares a la Universidad dentro de los rankings mundiales.
Un tercer aspecto es el administrativo. La persona debe ser eficiente a la hora de administrar en una sociedad que cada vez crece más cuantitativamente y que exige más cualitativamente. Necesitamos cada vez más de un ejercicio responsable y eficiente de los recursos para dar cabida a más personas para que puedan estudiar en la UNAM y para que la calidad con la que se presta este servicio público no se demerite y se mantenga e incluso incremente.
El cuarto aspecto es el político. La persona debe garantizar la estabilidad política de nuestra institución, sobre todo cuando a menudo está siendo sujeta a presiones externas que comprometen esta estabilidad y los trabajos que aquí se realizan. La estabilidad y la continuidad del trabajo son fundamentales para que se avance tanto en lo administrativo como en lo académico, y para que la autonomía universitaria también tenga un sentido. ese ejercicio responsable de la misma y también yo creo e
Por último, en un aspecto personal, la persona tiene que ser honorable, prudente y, en mi opinión, en condiciones físicas muy buenas para poder dedicar buena parte de su vida a nuestra Universidad.
Desde afuera se habla del voto directo para la elección de la rectoría. ¿Qué opinión te merece esto?
Marco Antonio Zeind – Voy a darte dos respuestas. La primera, y personal, o que abrir a una votación abierta y directa de la comunidad universitaria haría que perdiéramos la estabilidad que hemos tenido ya a lo largo de muchos años en la Universidad Nacional si bien hay otras universidades que han decidido organizarse de otra manera en ese ejercicio de la autonomía universitaria y lo han logrado de alguna manera lo cierto es que la Universidad Nacional ha tenido en los últimos años pasos firmes en cuanto al incremento en la calidad en la que presta sus servicios y esto se debe en buena medida a lo que ya decíamos a la estabilidad y continuidad en los trabajos. Someter a una votación abierta y directa por parte de la comunidad universitaria a cargos que no son propiamente políticos, haría que las personas que acceden a la rectoría o a la dirección de una facultad se encuentren más preocupadas por una eventual reelección que por hacer su trabajo. Debemos recordar que su función es estrictamente administrativa aunque en muchas ocasiones deba tomar decisiones difíciles quién está ahí.
La segunda respuesta es que debemos de estar sujetos a lo que diga la comunidad universitaria. Las opiniones externas sobre cómo nos debemos organizar no podemos considerarlas ni permitirlas. En la comunidad universitaria existe una inquietud generalizada por que se logre, en un ejercicio estrictamente democrático, una votación lo suficientemente numerosa para hacer un cambio.
Yo creo que sería un error muy grande que la persona que ocupe la titularidad de la rectoría de la UNAM se convierta en un político y no en un académico o académica que esté dedicado al 100 % a tomar las decisiones que tenga que tomar para llevar a los mejores lugares a nuestra Universidad.
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¿Cómo pueden los estudiantes dar a conocer sus inquietudes y cumplir con su papel dentro de la Universidad?
Marco Antonio Zeind – La Junta de Gobierno constituirá comisiones que harán visitas a diferentes dependencias y entidades de la Universidad en donde recaudarán opiniones e inquietudes de toda la comunidad universitaria. O bien, a través del correo electrónico y de los teléfonos que se publicaron en la convocatoria, se pueden solicitar citas con dichas comisiones para expresar las inquietudes que tengamos respecto de la vida de la Universidad o la simpatía que tengamos por alguna de las candidatas o alguno de los candidatos y también decir que es lo que esperamos que quien resulte finalmente elegido como persona titular de la rectoría pueda integrar en su plan de desarrollo y pueda llevar e implementar en toda la universidad nacional en los 4 años por venir
¿Qué tipo de inquietudes pueden presentar los estudiantes?
Marco Antonio Zeind – Todo tipo de inquietudes. Estamos hablando de una universidad que está siempre abierta a las opiniones y las inquietudes. Las personas integrantes de la Junta de Gobierno, puedo decirlo por experiencia, son muy receptivas y no limitan las expresiones.
