En enero de este año, una mujer alcanzó la presidencia, por primera vez en la historia de México, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Fedaral. El hecho sacudió cimientos sólidos y «rompió el techo de cristal» por haber accedido una mujer a un cargo que antes era exclusivamente para hombres. Acontecimientos igual de relevantes hubo durante el siglo pasado. Rafael Quintana Miranda nos comparte la historia de la primera doctora en Derecho de México.
Nuestro país ha tenido la oportunidad de contar con mujeres de excepcional preparación y visión universal. Una de ellas fue la primera licenciada en Derecho en su estado natal, Tamaulipas, así como la primera doctora en Derecho en la República mexicana, quien presentó su examen de grado el 23 de octubre de 1954 en la antigua Escuela Nacional de Jurisprudencia, hoy Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Martha Chávez Padrón fue aprendiz, estudiante, docente, licenciada, maestra y doctora en el acontecer de su profesión. Enalteció la cátedra del Derecho; su conocimiento fue el lenguaje en su cotidianidad profesional, sobre todo en el Derecho agrario mexicano.
Esta mujer transitó, ejerciendo su profesión en la función pública, por los tres poderes de la Unión: en el Ejecutivo federal, como directora general de Derechos Agrarios y del Registro Agrario Nacional; secretaria general de Nuevos Centros de Población Ejidal, y subsecretaria de Nuevos Centros de Población Ejidal, cuando el antiguo Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización se transformó en Secretaría de la Reforma Agraria. posteriormente fue electa senadora de la República por Tamaulipas y después se integró la legislatura federal como diputada en representación de un distrito del sur de ese estado.
Un aspecto muy relevante de su personalidad académica y profesional es el estudio y el ejercicio del Derecho agrario, sobre el cual existen diversos libros de su autoría: El Derecho agrario en México, El proceso social agrario y sus procedimientos, Conceptos fundamentales del Derecho aplicados al Derecho agrario y La legislación rural de la Revolución mexicana. Asimismo es preciso mencionar los comentarios que llevó a cabo de diversas leyes a través de distintas publicaciones: Ley Federal de Reforma Agraria, Ley Agraria de 1992 y los notarios públicos, Ley Federal de Aguas y Ley General de Crédito Rural, de las cuales se han hecho varias reediciones.
Cabe señalar que fue ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y participó en la emisión de diversas sentencias definitivas formulando una gran variedad de jurisprudencias (precedentes, tesis aisladas y enriquecedores criterios jurídicos) que le dieron vida y vigencia al Derecho social mexicano.
De su obra literaria podemos apreciar su gusto por el romanticismo, como en los poemas de Preludio, muerte y resurrección de amor, así como en Con los ojos de una niña, donde manifiesta su excelsa sensibilidad humana. Su obra Suite tamaulipeca nos da a conocer distintos aspectos de la alta sociedad de la región a mediados del siglo XX. En este recuento no podría faltar un texto dedicado a su terruño de origen, Tampico: Miramar.
Además, escribió Testimonios de una familia mexicana donde narra sus vivencias y las de su familia en la coyuntura histórica de los cambios que se produjeron en México tras la nacionalización de la industria del petróleo. Por su parte, en Los decires de María Güemes recopila los dichos de la sociedad tamaulipeca, y en El calendario de una raza cósmica analiza la ideología esotérica de los mexicanos y su relación con la tradición cultural indígena.
Al tenor del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, le brindamos un reconocimiento por sus logros, sus aventuras y sus desventuras; por su desarrollo profesional y por sus aportaciones a la enseñanza académica, ya que fue formadora de alumnas y alumnos de alta integridad, amiga de sus amigas y sus amigos, madre adoptiva de mujeres y hombres cabales, compañera de trabajo sin igual, bella mujer por dentro y por fuera, ejemplo de esfuerzo, honorabilidad, honradez, trabajo digno y sincera amistad.
Hoy por hoy, todas las mujeres que luchan desde su respectivo ámbito profesional, como lo hizo Martha Chávez Padrón, constituyen una inspiración que propicia una nueva ola de oportunidades para acceder a la igualdad de género en el terreno académico y laboral. Con su ejemplo, estamos obligadas a prepararnos cotidianamente para fortalecer el Derecho mexicano y universal.
Cerramos este reconocimiento con las palabras del doctor Sergio García Ramírez: “Largas, muy largas batallas se han librado para que las mujeres obtuvieran el espacio que hoy ocupan y custodian. Y no deberán abandonarlo a las tentaciones reivindicatorias que algunos masculinistas —cruzados del terciario— enarbolan todavía. Esas batallas fueron libradas por las propias mujeres, acompañadas, es cierto, por un puñado de varones sin aires dominantes”.
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Bibliografía
Castañeda Rivas, María Leoba (coord.), Homenaje a Martha Chávez Padrón, con la participación de Patricia Kurczyn Villalobos, Victoria Adato Green y Sergio García Ramírez, Facultad de Derecho, UNAM, México, 2013.
García Ramírez, Sergio, “Semblanza de Martha Chávez Padrón”, en Temas de Derecho, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 2002, pp. 725-734.
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Semblanzas, vida y obra de los ministros de la SCJN: Martha Chávez Padrón, núm. 8, México, 2006.——, Ensayos y conferencias de los forjadores de la SCJN. Mujeres de la Judicatura: ministra Martha Chávez Padrón, SCJN, México, 2017.
