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La primera clase del doctorado en Derecho

El 10 de abril de 1950 se realizó la ceremonia de apertura del doctorado en Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que un año más tarde se transformaría en la actual Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A 72 años de ese acontecimiento conviene echar una mirada a los hechos y personajes que han consolidado el prestigio y la excelencia de este programa académico.


Los antecedentes históricos se remontan a la creación de la Real Universidad de México, en cuya facultad de leyes se dictó la primera cátedra de derecho en América, denominada “Prima de Leyes Instituta”, el 12 de julio de 1553. Con el tiempo ésta sería la razón por la cual en nuestro país el Día del Abogado se celebra en esa fecha.

Cuando se restableció la Universidad Nacional de México, por iniciativa del Maestro de América, Justo Sierra, un 22 de septiembre de 1910, la Escuela Nacional de Jurisprudencia fue de las primeras instituciones que formaron parte estructural de esa casa de estudios.

La conquista de la autonomía a partir del 10 de julio de 1929 consagró los derechos de libertad, investigación y cátedra, así como la hegemonía de su naturaleza popular y nacional. Podemos decir que en esta etapa y subsecuentes se hizo patente la necesidad de la divulgación y el interés por mantener la licenciatura y arribar a los posgrados.

En cualquier universidad la columna vertebral es la docencia. La labor de los estudiantes de posgrado no fue meramente receptiva o pasiva; por el contrario, ha sido activa, elaborando ensayos de investigación, doctrinales, jurisprudenciales y clínicos de análisis críticos, en algunos casos personales y en otros colectivos.

Vale la pena recordar y mencionar a los primeros doctores en Derecho, quienes nos han dejado un gran legado de ciencia y doctrina filosófica jurídica: Antonio Martínez Báez, Francisco González de la Vega, Carlos Franco Sodi, Eduardo García Máynez, Rafael Rojina Villegas, Mariano Alcocer, Leopoldo Aguilar y Andrés Serra Rojas, entre otros.

Los objetivos del doctorado en Derecho son la formación de docentes, investigadores y profesionales con la más alta preparación en la ciencia del Derecho, así como la formación de especialistas en áreas específicas de esta disciplina. El doctorado pretende contribuir al desarrollo del pensamiento y al mayor conocimiento jurídico tanto nacional como internacional.

Después de aprobada la Ley Orgánica de la Universidad, en 1945, cuya norma hasta la fecha es el paladín de la defensa a los embates en contra de la misma Universidad y en cuya redacción participaron grandes y talentosos juristas, surgió la necesidad de transformar a la Escuela Nacional de Jurisprudencia en Facultad de Derecho, ante la imperiosa necesidad de establecer el programa de doctorado, lo que aconteció el 10 de abril de 1950, cuando se realizó la ceremonia de apertura ante la presencia del rector Luis Garrido y el director de la escuela José Castillo Larrañaga.

El 6 de marzo de 1951 el Consejo Universitario, por unanimidad de votos, aprobó la transformación de la Escuela Nacional de Jurisprudencia en Facultad de Derecho; con este acontecimiento, en la Universidad se reconocían cuatro siglos de trabajo, estudio y esfuerzo que compromete a sus maestros y a sus estudiantes a lograr la justicia para los seres humanos en toda la extensión de la palabra.

Es oportuno mencionar que el maestro Lucio Mendieta y Núñez realizó en 1953 un trabajo histórico gráfico en el que se registran los cambios y rumbos de la enseñanza del Derecho e igualmente se mencionan los acontecimientos universitarios en que la facultad figuró de modo relevante.

La Facultad de Derecho de la UNAM fue la primera institución en el país en impartir y conceder el grado de doctor en Derecho. Fue ejemplo para otras entidades educativas y se convirtió en asesora y colaboradora de todas las escuelas y facultades de Derecho de la República.

Como en su momento, en alguna ceremonia insigne de la Universidad, el doctor Fernando Serrano Migallón señaló: “Hoy, como entonces, la Facultad de Derecho está al frente de la Universidad y la Universidad al frente de México”.

Tanto la Escuela Nacional de Jurisprudencia como la actual Facultad de Derecho de la UNAM tienen sus antecedentes bien definidos y hacen hincapié en el reconocimiento académico del derecho de cada una de ellas al unísono.

A los primeros doctores en ser reconocidos por el estatuto se les dio la denominación ex oficio, al reconocer a los catedráticos y a los funcionarios que coadyuvaron a la mejora de las instituciones nacionales y/o extranjeras. Algunos de ellos fueron relevantes por sus bien adquiridos conocimientos académicos; otros, que formaron parte de esos nuevos doctores en Derecho, lo fueron por su reconocido prestigio.

Para ello se solicitaron algunos de los siguientes requisitos:

a) Ser rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

b) Ser director de la Escuela Nacional de Jurisprudencia.

c) Ser miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, siempre que haya sido catedrático con más de cinco años de servicios en la Escuela Nacional de Jurisprudencia.

d) Ser profesor de carrera de categoría A, que tuviere publicados trabajos jurídicos que pudieran ser considerados de mérito a juicio del Consejo Técnico de la Escuela.

e) Ser profesores titulares de la Escuela Nacional de Jurisprudencia con un mínimo efectivo de cinco años de docencia y que hayan sido autores de obras o estudios jurídicos impresos antes de promulgarse el estatuto, a juicio del Consejo Técnico de la Escuela.

También podían obtener el grado de doctor sin cursar los estudios del doctorado, pero con la obligación de presentar una tesis, los profesores titulares con 10 o más años de servicio en la Escuela y que no se encontraran en ninguno de los casos del primer artículo transitorio del estatuto, con la condición de presentarla a más tardar en un año a partir de la entrada en vigor del mencionado estatuto.

A continuación mencionaremos los tres primeros artículos del estatuto que dio inicio al ya mencionado doctorado y que aprobó el Consejo Universitario en sesión del 7 de octubre de 1949:

  • Artículo 1º. Se establece el grado de doctor en Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México.
  • Artículo 2º. El doctorado es un grado académico cuya finalidad es preparar profesores para la docencia universitaria, técnicos para la investigación y especialistas en las diversas ramas del Derecho.
  • Artículo 3º. Para ser admitido al doctorado en Derecho se requerirá:

I. Poseer el grado de licenciado en Derecho, expedido por la Universidad Nacional Autónoma de México, por las universidades de los estados, por la Escuela Libre de Derecho, o bien, título extranjero revalidado por la primera.

II. Sustentar examen para demostrar el conocimiento del latín y de alguna de las siguientes lenguas: italiano, francés, inglés, alemán o portugués, o de dos de estas lenguas vivas.

III. Tener por lo menos tres años de haber recibido el título de licenciado en Derecho, y, durante ese plazo, haber ejercido actividades profesionales o la docencia del Derecho.

Es importante y trascendente la tarea lograda por el Consejo Universitario, que reconocemos hoy en día, siempre al tenor del Estado de Derecho y la justicia. El doctorado siempre ha implicado a las personas estudiosas del Derecho y en estas líneas así lo queremos denotar con todos aquellos baluartes en la divulgación del conocimiento, hoy doctores en Derecho.

No podemos dejar de mencionar al primer doctor en Derecho, egresado en esta primera etapa de la Facultad de Derecho de la UNAM, quien siempre destacó como docente e investigador: Roberto Molina Pasquel. Asimismo, no podemos dejar de reconocer el esfuerzo de la primera mujer en el país que también adquirió dicho grado académico: Martha Chávez Padrón.

El presente artículo es un recuerdo y un homenaje a aquellos estudiantes, profesores e investigadores universitarios que, de una u otra manera, tuvieron que ver con ese logro académico. Fueron más de una docena de trabajos de anteproyectos que presentaron diversos juristas de esa época y que culminaron con la conversión de la Escuela Nacional de Jurisprudencia en la actual Facultad de Derecho.

Podría interesarte: «Elocuencia forense», una observación del trabajo de Ignacio Manuel Altamirano.


Bibliografía:

  • “Ceremonia del 50 aniversario de la transformación de la Escuela Nacional de Jurisprudencia en Facultad de Derecho”, palabras del doctor Fernando Serrano Migallón, El Derecho y sus Maestros, núm. 4, México, Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, Facultad de Derecho, 2002.
  • Flores García, Fernando, Ensayos jurídicos. Cincuentenario de la revista de la Facultad de Derecho de la UNAM, México, Facultad de Derecho, UNAM, 1989.
  • •       Mendieta y Núñez, Lucio, Historia de la Facultad de Derecho, 2ª ed., México, Dirección General de Publicaciones, Facultad de Derecho, UNAM, 1997.

Hemerografía:

  • Castaño, Luis (ed.), Doctorado en Derecho. Décimo aniversario: 1950-1960, México, Imprenta Mexicana (Biblioteca del Doctor Fernando Flores García), junio de 1960.
  • Revista de la Facultad de Derecho de México, núm. 44, octubre-diciembre de 1949,  “Cincuenta años de la revista de la Facultad de Derecho”, edición conmemorativa, México, Facultad de Derecho UNAM, 1989, p. 235.
  • ———, núm. 44, octubre-diciembre de 1949, creación del doctorado en Derecho, doctor Niceto Alcalá Zamora y Castillo, “Cincuenta años de la revista de la Facultad de Derecho”, p. 235.
  • ———, núm. 1-2, enero-junio de 1951, “Transformación de la Escuela Nacional de Jurisprudencia en Facultad de Derecho”, pp. 415 -427.
  • Rosales Hernández, René Ramón, Facultad de Derecho. Antecedentes y remembranzas (1869-2000), Porrúa, México, 2001.

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