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Lilia Mónica López Benítez: Sistema de justicia y democracia

Lilia Mónica López Benítez es licenciada en Derecho por la UNAM; cursó la maestría en Ciencias Jurídico Penales y el doctorado en Ciencias Penales y Política Criminal en el INACIPE. Se ha desempeñado como jueza de distrito, magistrada de circuito, secretaria ejecutiva de Vigilancia,  Información y Evaluación en el Consejo de la Judicatura Federal y presidenta del Comité para la Transparencia, Acceso a la Información Pública Gubernamental y Protección de Datos Personales Actualmente es Consejera de la Judicatura Federal.


¿Qué la motivó a dedicarse a una carrera con un enfoque judicial y qué aconseja a las personas que quieran seguir este camino? 

Lilia Mónica López Benítez – Es un poco complejo. Cuando uno sale de la facultad a veces no tiene mucha claridad hacia dónde ir. En ese camino intenté el litigio y me di cuenta de que no era lo mío. Luego estuve en la Defensoría de Oficio del gobierno de la Ciudad de México y ahí empecé a involucrarme con el tema de los juzgados. También es lo que vi en casa. Las pláticas que sostenía con mi padre, abogado dedicado al tema de justicia en órgano jurisdiccional, me motivaban a saber un poco más. Cuando empecé a trabajar en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México supe que esa era mi vocación; posteriormente pasé a los órganos jurisdiccionales federales y ahí encontré la pasión por lo que he hecho prácticamente durante toda mi vida. 

Mi recomendación es experimentar antes de tomar una decisión final; uno tiene que ir explorando los caminos, lo que se va presentando, hasta que se encuentre la vocación.

¿Cuáles cree que son los puntos más favorables y menos favorables del Poder Judicial actualmente? 

Lilia Mónica López Benítez – Un primer punto es el tema de la carrera judicial; con la reforma de 2021 no solamente se está apuntalando, sino afianzando justo esto de lo que estamos hablando de la vocación. Cuando uno tiene vocación y sabe que ya está en el lugar correcto, pues quiere empezar a crecer, y hoy en día, desde la juventud de los primeros escalones de la carrera judicial, se puede formar parte de este gran proceso de ir avanzando hasta llegar a ser titular de un órgano jurisdiccional, llámese juez o jueza de distrito o magistrado o magistrada de circuito. Entonces, creo que la carrera judicial viene a dar un giro importante en el esquema jurisdiccional, en el esquema de la carrera judicial, porque se va formando a la gente desde los primeros escalones, y a través de concursos diseñados para cada efecto se va avanzando. Entonces creo que cuando se ha encontrado la vocación en el seno del Poder Judicial de la Federación, hay todo un largo camino por recorrer, pero un camino con muchas certezas. Aquí todo depende de la intención de la persona.

Creo que ese es un punto fundamental y, además, es un punto que, desde mi particular visión, fortalece la autonomía y la independencia de las personas que juzgamos, lo cual es muy importante en una sociedad, en un Estado Democrático y Constitucional de Derecho; creo que es un punto fundamental. 

Ahora, ¿cuáles son los puntos malos? Es difícil ser crítica de una institución cuando se ha pertenecido a ésta durante tantos años. Sin embargo, creo que todo es perfectible; tan es perfectible que desde que yo ingresé al Poder Judicial de la Federación me ha tocado vivir muchísimas reformas que tienden a eso, a hacer una institución más confiable, porque finalmente pienso que ese es un punto que debemos tener en cuenta, que somos personas servidoras públicas y como tales debemos responder a las necesidades sociales que se dan en nuestro país. Entonces, creo que siempre vamos a encontrar puntos de mejora dentro de una institución, y la nuestra no es la excepción.

Tenemos que seguir fortaleciendo nuestra independencia y, sobre todo, hacerla valer a través de nuestras decisiones, porque finalmente esa es la parte sustantiva de nuestra función y para lograrlo requerimos personas preparadas no sólo en el ámbito profesional, sino personas con conocimiento técnico y científico y pensamiento crítico.

Lilia Mónica López Benítez

Tocando ese tópico y habiendo hecho la crítica interna, en México existe un alto índice de personas que no denuncian. ¿A qué cree usted que se deba la falta de confianza en el sistema judicial mexicano? 

Lilia Mónica López Benítez – Este es un punto verdaderamente importante. Revisando esta encuesta conocida como Envipe de 2021, ahí advierto, si mal no recuerdo, que 93 por ciento aproximadamente es la cifra negra del delito, es decir, lo que conocemos como las personas que han sufrido alguna conducta delictiva y que no acuden a la autoridad a denunciar.

Esto se debe mucho al tema de la desconfianza. La gente piensa que ir a un Ministerio Público implica horas perdidas, implicar que no se va a hacer nada, que puede ser objeto de revictimización, que va a perder su tiempo. Entonces lo que aquí nos refleja es que no hay confianza en la autoridad investigadora y creo que un punto importante es ir dándole otra cara a nuestras instituciones, y el tema de la procuración de justicia es fundamental, porque ahí tenemos un primer encuentro entre una persona que se asume víctima de una conducta ilícita y la respuesta social que debe tener a partir del actuar efectivo y eficaz de las autoridades.  Me parece que ese es el motivo principal o muchos de los motivos por los cuales las personas prefieren no denunciar. 

¿Cuál cree que puedan ser los medios para que la ciudadanía nuevamente se acerque a las instituciones y realice las denuncias o los actos correspondientes para volver a confiar en el sistema?

Lilia Mónica López Benítez – Yo creo que un punto importante es el tema del conocimiento de los derechos, pues cuando se tiene el conocimiento del derecho, de forma más sencilla se sabe cómo ejercer el mismo. Es decir, si yo sufro una conducta delictiva y sé que mi derecho es acudir a la autoridad investigadora, formular una denuncia o una querella, también voy a saber cómo exigir a la autoridad que realice correcta y legalmente su trabajo. Entonces, a partir de esto, me parece indispensable acercar la justicia a la sociedad, no solamente la impartición de justicia, sino, empecemos por lo primero, la procuración de justicia; de ahí que creo que sería importante hacer campañas de divulgación, acercarnos a las a las personas para que tengan un conocimiento de quiénes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos, a efecto de lograr que las personas conozcan sus derechos, se apoderen de ellos y sepan cómo hacerlos respetar y cómo ejercerlos.

Entonces es importante ir cambiando la idea que se tenía en algún momento, de que el servidor público estaba en su oficina realizando su tarea sustantiva, pero muy alejado de la sociedad a la que sirve. 

En ese sentido, ¿cree que ha habido un exceso de punitivismo en el sistema judicial mexicano? 

Lilia Mónica López Benítez – Yo creo que así nos han acostumbrado. Realmente todas las personas cuando afrontamos alguna situación, y no sólo me refiero al tema de la comisión de delitos, sino a cualquier situación, lo que pensamos es acudir a un órgano jurisdiccional que dirima el asunto; pero si lo trasladamos a la materia penal, un poco podría pensarse en que si la persona que se asume víctima considera que está resintiendo un perjuicio en sus derechos, lo que quiere ver, y lo digo un poco coloquialmente, lo que quiere ver es sangre. Es decir, a la persona detrás de la reja, en la prisión. Cuando muchos asuntos no necesitarían judicializarse y se encontraría una respuesta más oportuna, más eficaz, que realmente proporcionara una reparación al daño causado con motivo de una conducta ilícita.

Entonces, creo que tenemos que explorar los mecanismos alternos de solución de conflictos y no solamente pensar que la aplicación de una pena, que el juicio, va a ser el resultado idóneo para las pretensiones de cada persona. Pero aquí tenemos que educar y volver un poquito a la respuesta anterior. Creo que tenemos que acercarnos o acercar a la gente a esta visión de la cultura de la legalidad, para entender que no todo tiene que llegar a un órgano jurisdiccional y que hay muchas cosas que se pueden solucionar en muy buen momento y antes de gastar tiempo y gastar dinero.

Es un poco el hacerle saber a la sociedad que hay otros mecanismos para solucionar las situaciones en las que se ve inmersa. El desconocimiento quizá sea el factor que nos lleve siempre a pensar que este punitivismo va a ser la única salida viable para resolver los problemas.

Nos platicó un poco de los mecanismos alternos de resolución. ¿Cree que esto también podría beneficiar a que disminuya el número de no denuncias, de no persecución del delito? 

Lilia Mónica López Benítez – Sí, sin duda. Va aparejado, porque si logramos tener otro tipo de soluciones alternas que sean eficaces, que realmente respondan a las necesidades de la persona que se asume como víctima, pues no habrá necesidad de llegar a otro tipo de instancias y se facilitará la cuestión, insisto, de tiempo, de dinero para ambas partes, porque finalmente se ven involucradas en la misma situación tanto la víctima como la persona a la que se le imputa una conducta delictiva.

¿Qué papel cree que juegue el acceso a la información para lograr una sociedad democrática? 

Lilia Mónica López Benítez – Es fundamental. Creo que nuestra sociedad se ha transformado y mucha de esta transformación tiene que ver justo con el acceso a la información, como se ha dicho desde tiempos inmemoriales: información es poder. Ya lo decía Thomas Hobbes y me parece que antes algún otro filósofo que en este momento no recuerdo. Pero creo que cuando una sociedad está perfectamente informada puede conocer cuáles son sus derechos y puede hacer uso de ellos.

En este sentido, se democratiza toda la actividad sustancial del Estado y se logra que llegue al conocimiento de todas las personas para el uso que a cada quien corresponda. 

Otro factor que ha empezado a surgir en la justicia mexicana, a diferencia de otros tiempos, ha sido el tema del narcotráfico y, en algunos territorios, inclusive la muy conocida compra de jueces. ¿Cómo cree que este nuevo factor del gran poder del narcotráfico ha influido en la justicia mexicana? 

Lilia Mónica López Benítez – Bueno, el narcotráfico, la delincuencia organizada, la trata de personas y todos estos factores que uno no quisiera estar enumerando, pues son reales, existen, lo cual ha generado una gran inseguridad, me atrevo a decir que a nivel nacional. Desafortunadamente estamos viviendo tiempos críticos en materia de seguridad y esto trae aparejadas muchísimas situaciones; no sólo el tema de las seguridad, sino el de la economía, por ejemplo, y la estabilidad de las personas. 

En relación con la otra parte de la pregunta, yo no me atrevo a hacer una afirmación de compra de jueces. Sin duda en todas las profesiones, en todos los sectores, hay personas que realizan su trabajo honestamente y atendiendo a la ética de su función, y hay algunas otras que no lo hacen. Indudablemente puede existir; tampoco podemos cerrar los ojos. Sin embargo, hablar de compra de jueces es muy riesgoso y, cuando se compruebe, cuando se acredite, pues cada persona que  asuma la responsabilidad de su conducta.

Pero sí, lo que sabemos es que la delincuencia, como la estamos viviendo en nuestro país, nos está superando y está generando un clima de inseguridad, creo que nunca antes visto. 

¿Hay algún momento específico en el que podemos empezar a contar a partir de que el acceso a la información comenzó a permear y a hacerse más material en el sistema judicial?

Lilia Mónica López Benítez – Ha permeado, pero muchísimo. Creo que el Poder Judicial de la Federación ha cambiado mucho; se ha transformado la manera en que se maneja justo a partir de todo este boom que generó el artículo 6º constitucional.

A mí me tocó hace muchos años, a partir de 2010 y hasta 2013, presidir el Comité de Transparencia y Acceso a la Información —ahora ya no recuerdo exactamente como se llamaba—, pero creo que ese primer acercamiento con estos temas para mí fue muy revelador y, sobre todo institucionalmente, tuve la oportunidad de trabajarlo, de llevar hacia el interior de la República, a los órganos jurisdiccionales, algunos talleres vinculados con este tema, porque estábamos en una transición, aprendiendo a utilizar las plataformas para el acceso, y teníamos que saber desde clasificar la información, hasta determinar cuándo era pública, confidencial y cómo reservarla.

Pero creo que, sin lugar a dudas, a partir de entonces se ha revolucionado porque la sociedad puede estar informada y tendemos a ser una sociedad informada que aprende a ejercer sus derechos y sabe cómo hacerlo. Y creo que ese es el punto toral. 

Esta práctica dentro de la institución se ha ido asentando, se ha ido robusteciendo, y hoy es muy fácil que las personas interesadas puedan acudir a nuestras plataformas, las que tiene el Consejo de la Judicatura Federal, para conocer una sentencia, para ver una sesión, para saber cómo estamos resolviendo los casos. 

Entonces, creo que el funcionamiento de este tema en particular en el Consejo de la Judicatura ha sido un parteaguas para que la sociedad esté perfectamente informada. 

Precisamente en este ámbito de la digitalización de la información, de estas nuevas oportunidades, ¿considera que hay algún riesgo en particular para la protección de los datos personales o de la información personal para los usuarios? 

Lilia Mónica López Benítez – Bueno, el riesgo siempre va a estar presente, pero creo que un punto importante es que si la sociedad está informada, que si la sociedad conoce sus derechos, también tiene que saber que debe autoproteger sus datos personales.

Cuántas veces abrimos, por ejemplo, una cuenta en una red social y nos vamos a los términos y condiciones. ¿Los leemos? Realmente no sabemos ni qué van a hacer con nuestros datos, si se van a usar, si vamos a permitir que se comercialice con ellos, y posteriormente empezamos a recibir las llamadas ofreciéndonos que la tarjeta… todo lo que ya sabemos perfectamente. 

Esto es un asunto de doble vía: la autoridad o la persona o la institución que tenga los datos tiene que protegerlos, pero la persona que otorga o entrega sus datos también tiene que ir midiendo qué puede dar a conocer, en qué sentido, y saber exactamente las condiciones cuando éstos los entregan. 

Se trata de generar una cultura. Ya hay una cultura de la transparencia, ya hay una cultura del acceso a la información; ahora tenemos que incidir en una cultura para que de doble vía se protejan los datos de las personas.

¿Cuál ha sido su mayor reto profesional? 

Lilia Mónica López Benítez – Bueno, yo creo que he tenido muchos retos profesionales en la vida. Uno de ellos, llegar a ser jueza de distrito, que era como mi gran objetivo cuando me inicié en la justicia federal y cuando supe que estaba en el lugar correcto, en el lugar adecuado, donde la institución me permitía un crecimiento; obviamente a base de trabajo, de disciplina, de ética profesional. Entonces, para mí llegar a este momento, a ser jueza de distrito, fue una culminación, en ese momento profesional, muy importante. Fue un gran reto, porque además tuve que salir de la Ciudad de México. Siempre había trabajado aquí en la ciudad y me fui directo a Mexicali, Baja California, a explorar otra manera de ejercer mi carrera ya como como juzgadora. Pienso que ese es uno de mis desafíos profesionales más importantes y más significativos, porque justo ahí empiezo mi carrera como juzgadora.

¿Cómo llegó al cargo que ocupa y cuál es su experiencia actual? 

Lilia Mónica López Benítez – Este es un tema muy importante y quiero destacarlo porque implica las acciones, no solamente afirmativas, sino, diría yo, incluso tendientes a la paridad de género. Normalmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cada vez que hay un cambio en el Consejo de la Judicatura, de aquellas posiciones que corresponden al Poder Judicial de la Federación, emite una convocatoria. La diferencia es que en procesos anteriores siempre era una convocatoria mediante la que se pedía que las personas interesadas, juzgadores, obviamente mujeres u hombres, pudiéramos acudir a su llamado y someternos a un concurso para la designación. Pero esta es la primera vez que existe una convocatoria exclusivamente para magistradas, para juzgadores ratificadas, y en este punto digamos que hay un parteaguas en la manera en que se habían dado las convocatorias anteriores y en la importancia para la institución de ir generando este tipo de acciones para que más mujeres nos sumemos a los cargos de decisión. Ha habido ya muchas convocatorias en esta administración dedicadas a secretarias para acceder al cargo de juezas de distrito, y de juezas de distrito para acceder al cargo de magistradas de Circuito.

Y ahora, por primera vez, para el Consejo de la Judicatura nos inscribimos, no estoy muy segura, pero más o menos éramos 14 personas, y de estas 14 personas, las y los ministros de la Suprema Corte eligieron una terna en la que yo figuré, y finalmente nos convocaron a la Suprema Corte de Justicia a una audiencia de carácter público donde las tres candidatas expusimos un poco nuestra visión del Consejo de la Judicatura, nuestro plan de trabajo, de alguna manera; posteriormente se nos cuestionó por sorteo. 

Las y los ministros obtuvieron una tarjeta para saber a quién tenían que cuestionar. Cuando fui cuestionada, respondí lo que me preguntaron y finalmente se produjo la votación, una votación compleja, porque una de mis compañeras —con quien compartía credenciales semejantes para estar en esa terna—, compitió conmigo por obtener el número de votación calificada que se requería. Al final, pues aquí estoy, muy contenta, muy comprometida y muy dispuesta a hacer el mejor trabajo posible para la institución y, sobre todo, para servir a mis pares, juezas y jueces, magistrados y magistrados, porque finalmente esa es una parte importante de la labor. 

Actualmente, en un México tan complejo, ¿cuáles son los retos más importantes que tendría que enfrentar el Poder Judicial? 

Lilia Mónica López Benítez – Bueno, yo creo que el más importante es seguir apuntalando nuestra independencia judicial. Un juzgador que esté atado de manos jamás podrá dar una respuesta adecuada a las personas justiciables. Entonces creo que tenemos que seguir fortaleciendo nuestra independencia y, sobre todo, hacerla valer a través de nuestras decisiones, porque finalmente esa es la parte sustantiva de nuestra labor y para lograrlo requerimos personas preparadas no sólo en el ámbito profesional, sino personas con conocimiento técnico y científico y pensamiento crítico. En fin, son muchísimas las características que tienen que reunir las personas que juzgan, pero no solamente quienes firmamos la sentencia, sino todas las personas que están en la carrera judicial. 

Porque, a fin de cuentas, un juez o una jueza, un magistrado o una magistrada, no hacen el trabajo de manera individual; tienen detrás de sí todo un equipo que debe aportar, cada quien desde su posición, en cuanto al trámite, la integración de los asuntos, etcétera, hasta llegar al momento en que uno tiene que tomar las decisiones. De ahí que la carrera judicial es muy importante y pienso que cobra una especial importancia la Escuela Federal de Formación Judicial, porque justo será, o ya es, el semillero de donde van a surgir las y los nuevos juzgadores y donde se va a ir profesionalizando y capacitando a las personas que integramos la carrera judicial en cada ámbito de competencias. Entonces creo que la independencia judicial, el fortalecimiento de la carrera judicial, que ya está en la ley, y la Escuela Federal de Formación Judicial, permititrán progresivamente que las personas se sensibilicen en algunos temas, se capaciten en otros y se profesionalicen en algunos más.

¿No cree que sea una modificación trascendental para mejorar el actual Poder Judicial de la Federación y también para hacer más eficaz su funcionamiento? 

Lilia Mónica López Benítez – Yo creo que, como cualquier institución del Estado, hay que estar cercanos a la sociedad. Hay que llevar a todas las personas el conocimiento de nuestra institución. Que conozcan desde las actividades sustanciales que nos corresponden, hasta la manera de llegar a ellas; es decir, todo el tema adjetivo. 

Pienso que el acercamiento, insisto, con la sociedad es muy importante, por un lado, y por el otro, tener a las personas con el perfil idóneo para realizar cada una de las funciones que desempeña nuestra institución. Esto es fundamental. Vuelvo a lo mismo: hay que tener en cuenta la independencia, la preparación de las personas, la carrera judicial. Hoy, además, contamos con mecanismos que han puesto al Poder Judicial de la Federación a la vanguardia en muchos aspectos; por ejemplo, nuestras plataformas en línea, el portal de servicios en línea, que ha venido a revolucionar la manera de impartir justicia, sobre todo en estos tiempos tan complejos de contingencia sanitaria.

Vamos por buen camino. Indudablemente, todo es perfectible, pero creo que hay elementos muy sólidos en el Poder Judicial de la Federación, ahora que me encuentro en el Consejo de la Judicatura Federal, para dar una respuesta eficaz y eficiente en la solución de los conflictos jurisdiccionales que atendemos a través de los órganos en las diferentes materias que ustedes ya conocen. 

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