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María Goerlich: Tirant lo Blanch en México

En esta conversación, María Goerlich nos acerca al trabajo editorial de Tirant lo Blanch, editorial especializada española que se ha colocado como una de las mejores y más prestigiosas en el foro jurídico mexicano. Desde el panorama científico-jurídico con el que la editorial se ha encontrado en México, hasta los retos a los que se ha enfrentado con la pandemia y la tecnología son algunos de los temas que se abordan.


María Goerlich León es doble graduada por la Universidad de Valencia (España) en Derecho y Ciencias políticas y de la Administración Pública. Máster en acceso a la abogacía por la Universidad Europea de Madrid. MBA por el EGADE Business School del TEC Monterrey. Miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia. Fue becaria en el Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana y en la Conselleria de Infraestructura y Obras Públicas. Desde 2018 se incorporó al grupo editorial Tirant lo Blanch. Primero, como editora para México para después  asumir la dirección de este país en la Editorial, puesto que desempeña actualmente.


Tirant lo Blanch es una editorial española de gran prestigio, ganado a lo largo de los años desde su fundación en 1976. Con su llegada a México en 2010 ha adquirido gran renombre entre los juristas y los abogados mexicanos. ¿A qué se debe el éxito de Tirant lo Blanch en México?

La editorial Tirant lo Blanch llegó a México hace 10 años. Fue el primer país en el que el grupo editorial se expandió desde España. Aunque actualmente ya estamos en Colombia, Chile y Brasil, México es un país que ha acogido a la editorial de forma especial. Sin duda, el recorrido que hemos hecho en este país se explica desde varios ángulos. 

Por una parte, la producción científica aquí es impresionante, tanto en volumen como en calidad. En el ámbito jurídico, ésta no es una excepción, pues México cuenta con voces reconocidísimas y las tendencias jurídicas del país influyen en la esfera internacional. Esta nación cuenta con sólidas estructuras académicas con reconocimiento regional y mundial. 

Este factor, sin duda, ayuda a que la editorial haya encontrado un ambiente de desarrollo natural en México, pues al fin y al cabo somos una empresa de contenido jurídico que aboga por la calidad y la excelencia. 

Aunado a lo anterior, Tirant lo Blanch posee un estilo propio que ha funcionado muy bien en este país. Vinimos (y actualmente lo seguimos haciendo) a buscar y a publicar sobre temas de impacto en el ámbito jurídico, dándole protagonismo tanto a autores consagrados en el mundo jurídico como a otros de perfil más novel. 

Sin duda, este ímpetu y este dinamismo que tratamos de traer y practicar en nuestra línea editorial también ha tenido su papel en el camino que hemos recorrido en México… ¡Y el que nos queda por recorrer!

En relación con la pregunta anterior, ¿qué función ha tenido la editorial en la formación y la actualización de los juristas en México?

Tirant lo Blanch nació como una editorial jurídica pero pronto mutamos hacia ser una empresa de contenidos jurídicos que apuesta por tres líneas de desarrollo principales: la línea editorial, el desarrollo de plataformas tecnológicas avanzadas para el sector jurídico y la formación para juristas en línea. En los tres ámbitos (Tirant Editorial, Tirant Tech y Tirant Formación) apostamos por la calidad de nuestro contenido. Además, ese contenido jurídico de calidad y excelencia lo hemos potenciado con tecnología avanzada que nosotros mismos desarrollamos.

Teniendo en cuenta lo anterior, pienso que la editorial ha cumplido la función de ofrecer al sector jurídico, en tiempo y forma, el contenido que requiere. Tratamos de estar actualizados constantemente y ofrecer el mejor contenido de la mano de los expertos más reconocidos de cada materia. 

Hay veces en que las obras publicadas nos indican una tendencia en el estudio del Derecho: ¿cree que tenga algún efecto la actividad editorial sobre el marco curricular de las universidades?

Desde luego, la actividad de publicación siempre conlleva un posicionamiento. El rol de una editorial es, precisamente, filtrar contenido y posicionarlo. Creo que es una circunstancia inherente a nuestro desarrollo. 

En el ámbito del estudio del Derecho, como en todo, también existen tendencias ideológicas, escuelas, opiniones… Estamos conscientes de esa situación e intentamos ser una editorial plural, en la medida en que damos la oportunidad de desarrollar aquellas líneas que consideramos de calidad y de utilidad para el sector. 

Conocemos la responsabilidad que conlleva la actividad editorial, sobre todo cuando las obras que publicamos acompañan a los juristas en formación. Por eso hemos tejido alianzas estratégicas con instituciones de educación superior que imparten Derecho y lo hemos hecho desde una perspectiva plural y que busca la calidad. Trabajamos con facultades grandes y pequeñas, privadas y públicas, localizadas en todo el país. Esto nos ayuda a incidir de forma positiva en la formación a través de nuestras publicaciones, haciéndolo con base en la calidad y huyendo del sesgo.

Parte de ser una empresa tecnológicamente avanzada consiste en tener un espíritu fuertemente innovador. Desde luego, la inclusión de sofía en nuestra base de datos ha supuesto un gran avance.

¿Cómo intentan influir con la selección de obras que publican en el contexto jurídico del país?

Como editorial somos responsables de lo que publicamos y siempre procuramos cuidar la calidad de nuestro contenido y de nuestros autores. En eso va nuestro prestigio. Por eso la selección y el filtro de obras son esenciales para nosotros. Cada una de las publicaciones que realizamos pasan por dos filtros. En el primero se realiza la valoración editorial de la obra. En el segundo sometemos a dictaminación académica ciega las obras que son producto de una investigación. Nuestra apuesta es ofrecer la mejor literatura jurídica del país y por eso nuestro proceso de selección debe estar a la altura. 

Nos gusta, sin embargo, tener las puertas abiertas para todo aquel que tenga algo interesante que aportar a la doctrina jurídica. Trabajamos con autores de una gran trayectoria y un gran reconocimiento al mismo tiempo que damos oportunidades de publicación a otros cuya aportación sea valiosa. 

Si bien es cierto que Tirant lo Blanch empezó a promover bibliotecas digitales desde hace aproximadamente 15 años, la importancia de estos repositorios digitales se pudo apreciar con más fuerza desde el comienzo de la pandemia de Covid-19. ¿Qué ventajas tiene para la educación, la docencia y la investigación contar con las herramientas digitales que ofrece Tirant lo Blanch?

Efectivamente, antes de la pandemia, Tirant lo Blanch ya tenía presencia en el mundo jurídico digital. Hemos desarrollado tecnología aplicada al Derecho desde hace más de 20 años. La pandemia, indiscutiblemente, aceleró la necesidad de utilizar esos recursos tecnológicos. 

Así como en otros sectores el uso de tecnología se experimenta en el día a día desde hace muchos años, en el sector jurídico mexicano es un fenómeno más reciente. Pero no hay vuelta atrás. 

En el ámbito educativo, los estudiantes ya son nativo-digitales y ven con naturalidad el hecho de consultar toda la información que necesitan en un mismo lugar. Además, son generaciones acostumbradas a contar con la información actualizada de manera inmediata. Nuestra base de datos cumple con las dos funciones: acceso a una amplitud de contenidos y actualización constante. También el acceso a nuestro fondo editorial a través de la biblioteca virtual sin duda incrementa la calidad de la educación. 

Por otra parte, hemos acompañado al sector profesional jurídico tanto con nuestra base de datos y nuestra biblioteca digital, como con nuestras herramientas de gestión jurídica. Nuestro gestor de despachos tiene un impacto directo en la eficiencia de los despachos y acompaña en el día a día al profesional y, sin duda, aumenta su competitividad. 

Por último, por ser parte de nuestra esencia, acompañamos a los investigadores tanto con nuestro contenido como poniéndolo a su disposición de una forma accesible e innovadora. Nuestra biblioteca virtual incorpora herramientas de trabajo, como lectura con voz, búsqueda de contenido, etcétera

En definitiva, los desarrollos de Tirant Tech han sido diseñados desde y para el sector jurídico en español. Hemos recorrido un camino y todavía nos queda mucho por innovar y por ofrecer. La oportunidad es enorme, especialmente ahora que el sector ha dado grandes pasos hacia su digitalización. 

Tirant lo Blanch se ha caracterizado por ser líder en innovación jurídica y recientemente se ha aventurado a lanzar sofía. ¿Podemos profundizar un poco más sobre este asistente jurídico inteligente?

Parte de ser una empresa tecnológicamente avanzada consiste en tener un espíritu fuertemente innovador. Desde luego, la inclusión de sofía en nuestra base de datos ha supuesto un gran avance. sofía es un asistente jurídico dotado con inteligencia artificial y aumentada que auxilia al operador a la hora de la redacción de un escrito, haciéndole recomendaciones sobre el documento que está trabajando, analizándolo y localizando otros datos que puedan ser de su interés. Esta herramienta está insertada en nuestra base de datos, así como en nuestra plataforma de gestión de despachos. 

Nuestra ambición es mejorar y ampliar constantemente los servicios que ofrecemos en nuestros productos digitales. Sin duda, sofía representa un antes y un después porque interactúa directamente con la labor del operador jurídico en una tarea tan importante como la redacción de documentos jurídicos. Los operadores que se beneficien de este tipo de herramientas tienen acceso a la información más ajustada a su caso, lo cual mejora su rendimiento. 

La producción científica aquí es impresionante, tanto en volumen como en calidad. 

Si bien destaca por sus textos académicos relacionados con la formación, la editorial también se ha enfocado en manuales para la práctica jurídica. ¿Habrá un mayor desarrollo de colecciones de libros de más fácil manejo para los operadores jurídicos?

Efectivamente, aunque Tirant lo Blanch apuesta por las publicaciones de investigación jurídica de calidad, nuestro fondo también tiene un componente práctico muy fuerte. 

Queremos que nuestros libros sean el reflejo de la práctica jurídica del país. Por eso hemos desarrollado colecciones que satisfacen esa ambición práctica y de fácil manejo para los operadores jurídicos. En este sentido, creo que debemos destacar algunas colecciones que cumplen con ese sentido práctico, como los esquemas, los vademécums, los textos legales sencillos y comentados que editamos, etcétera.

En el ámbito práctico, indiscutiblemente, contamos con un formato muy especial: los GPS. La colección GPS propicia la recapitulación práctica de cada materia. Ya hemos publicado en materia concursal, de energía, de protección de datos personales, de FinTech… Son publicaciones muy ambiciosas pero que logran reflejar la práctica de cada una de esas materias. 

¿Cuál es el acercamiento que Tirant lo Blanch pretende impulsar con las universidades y con los estudiantes de Derecho para conocer su opinión o para establecer una retroalimentación con ellos en relación con los textos jurídicos producidos por la editorial?

El contacto de la editorial con su público es esencial. Estamos presentes en la mayor parte de las ferias del libro del país, ofrecemos nuestro fondo a instituciones públicas y privadas, interactuamos con nuestros autores, generamos foros de discusión en los que intervienen tanto ponentes como asistentes… Mantener el contacto con aquellos que nos leen y se familiarizan con nuestro contenido resulta absolutamente indispensable. 

Nos gustaría recibir incluso más retroalimentación sobre nuestras publicaciones, que muchas veces se produce mediante las redes sociales, a través de reseñas en revistas, etcétera.

Estamos en una búsqueda constante de interactuar con todos los actores que intervienen en el universo Tirant lo Blanch, y los estudiantes de derecho y las universidades son, desde luego, una parte esencial para alcanzar ese objetivo. 

Queremos que nuestros libros sean el reflejo de la práctica jurídica del país. Por eso hemos desarrollado colecciones que satisfacen esa ambición práctica y de fácil manejo para los operadores jurídicos.

En relación con la pregunta anterior, ¿es importante la retroalimentación de las universidades y de los estudiantes en los textos que seleccionan para su publicación?

Por supuesto. La interacción que mencionaba ha incidido en nuestras líneas editoriales y en el enfoque que aplicamos a nuestras publicaciones. Gracias a esa interacción hemos visto la necesidad de ofrecer cierto tipo de obras. Por ejemplo, hemos desarrollado una línea muy ambiciosa en materia de publicaciones universitarias que cubren los planes de estudios de las carreras de Derecho de las universidades. Esto ha sido posible gracias no sólo a la interacción sino también a la confianza depositada por las facultades de Derecho para el trabajo conjunto de desarrollar esas líneas. 

¿Qué retos ha enfrentado la editorial en la publicación de textos jurídicos, no sólo en México sino en toda América Latina?

Uno de los desafíos a los que nos enfrentamos como editorial jurídica en cada uno de los países en los que trabajamos es que tenemos que contar con contenido y con autores locales de calidad. Así, tenemos que formar parte de la cultura y del sector jurídico de cada uno de los países de esa región geográfica, entender las necesidades concretas de cada uno de esos ámbitos y estar a la altura para mantener lo que nos caracteriza: ser la editorial jurídica de referencia en Iberoamérica. 

En todos los países donde está presente Tirant lo Blanch (España, México, Colombia, Chile y Brasil) nuestro propósito es entender cuáles son los temas de relevancia, dónde existen vacíos en la doctrina que vale la pena explorar, quiénes son las personas clave para llevar a cabo lo anterior… 

Además, esta tarea debe ir de la mano de una actualización constante de nuestra parte.

Desde su llegada a la dirección de Tirant lo Blanch en México, a la mitad de la pandemia, ¿a qué retos se ha enfrentado para seguir promoviendo la misión y la visión de la editorial?

La pandemia supuso desafíos importantísimos para todos, en todos los ámbitos. Afortunadamente, Tirant lo Blanch ya había recorrido un buen camino en el ámbito digital. Pudimos profundizar en la expansión de Tirant Tech en México y en Tirant Formación, puesto que ambas líneas se centran en lo principal. En la parte editorial, afortunadamente, también ya teníamos implementados los libros electrónicos y estaba consolidada una logística de envío que nos permitió sobrevivir al cierre de las librerías durante tantos meses. Sin embargo, la pandemia nos obligó a reaccionar. Por una parte, los temas relevantes cambiaron de la noche a la mañana. Tuvimos que replantear nuestras líneas editoriales para ajustarnos a los nuevos intereses que surgieron con la nueva situación. Además, tuvimos que replantear nuestra presencia. Antes (y ahora ya lo hemos vuelto a hacer) asistíamos a ferias y a actividades presenciales. Con la nueva situación, comenzamos a llevar a cabo presentaciones y foros digitales que hemos mantenido hasta el día de hoy. 

En definitiva, hasta cierto punto la pandemia tuvo aspectos positivos, ya que nos forzó a adoptar nuevos esquemas de trabajo que creemos van a perdurar en el futuro.

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