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Un mal año para Dominc Molise

Natalia Baz comparte su lectura de 1933 was a bad year, novela del autor estadounidense John Fante, quien cuenta la historia de Dominic Molise, un joven beisbolista que lucha por alcanzar sus sueños en los Estados Unidos de la Gran Depresión. Baz explora las dificultades que Molise enfrenta debido a su estatus socioeconómico, su familia y su físico, mientras se adhiere a su objetivo de convertirse en jugador profesional. La obra se inscribe en el realismo sucio y refleja la crudeza de la vida estadounidense, alejada del ideal del sueño americano y la hipocresía moral de las generaciones adultas.


1933 Was a Bad Year es una novela escrita en prosa sencilla, narrada en primera persona por el protagonista y alter ego de John Fante, Dominic Molise.

La narración inicia cuando en su camino a casa el joven Dominic Molise se cuestiona a sí mismo sobre sus expectativas del futuro. A la mitad de una tormenta invernal, Dominic Molise, un beisbolista prometedor que está a punto de terminar sus estudios de preparatoria, se detiene para reflexionar:

Dominic Molise, me dije, detente. ¿Va todo según lo planeado? Analiza tu estado actual detalladamente, emite un juicio imparcial sobre tu situación. ¿Qué es lo que ocurre, Dom?

Estaba en Roper, Colorado, haciéndome más viejo cada minuto que pasaba. Me faltaban seis meses para cumplir dieciocho años y terminar el bachillerato. Medía un metro sesenta y dos de estatura y en tres años no había crecido ni un centímetro más. Tenía las piernas arqueadas, los pies hacia adentro y unas orejas dignas de Pinocho. Tenía los dientes torcidos y más pecas en la cara que un huevo de codorniz [Fante, 7-8].

Las preocupaciones de Dominic Molise sobre su desarrollo como beisbolista profesional —su más grande sueño— se hacen presentes desde el inicio de la novela, y en torno a éstas gira el resto de la historia. Su físico, sin embargo, no representa el único obstáculo al que el protagonista tiene que enfrentarse para alcanzar su meta.

La niñez y el crecimiento han sido un tópico de la literatura estadounidense desde el sueño americano hasta su pulverización (Arabia, 29). La obra de Fante se inscribe en la corriente del realismo sucio y se caracteriza —como la de la generación perdida, y la de la posterior generación beat, aunque con sus particularidades— por ilustrar la crudeza de la vida de los estadounidenses, distinta al ideal del sueño americano y a la hipocresía moral de las generaciones adultas.

En este sentido, la vida de Dominic Molise, quien quiere perseguir su sueño en los Estados Unidos de la pos Gran Depresión, siendo hijo de migrantes italianos y de padre albañil, empieza a encontrar dificultades que desbordan su altura física y su ser: su familia, su clase social, su estatus económico y un pasado para él imaginario que se materializa como lastre en el personaje de su abuela, Bettina.

Dominic Molise es un joven idealista e impulsivo que pretende alcanzar sus objetivos sin tomar en cuenta su contexto, lo que suele llevarlo al fracaso.

Dominic vive en una vieja casa con sus hermanos, su madre, su padre y su abuela. Su madre se preocupa por los quehaceres del hogar y por ahorrar para el traje de graduación del futuro beisbolista; vive adolorida por la falta de amor de su esposo, de quien sospecha que le es infiel, y arrepentida por haber contraído matrimonio con él después de que su hermana lo rechazara. La abuela Bettina no soporta la vida en un lugar que no es mejor que su ciudad de origen, donde no conoce nada ni a nadie, y donde comparte techo con su nuera, originaria de una ciudad de menor grado social que la suya; finge no entender inglés para no entrar en discusiones cuando los nietos, o Kenny, el mejor amigo de Dominic, le hablan. El padre es un albañil desempleado por el invierno que lleva a casa el poco dinero que gana en las apuestas en un billar del bar de la ciudad; tiene una hormigonera oxidada que es con la que trabaja, le es infiel a su esposa y quiere que Dominic siga sus pasos en la empresa de la construcción, pues no confía en que pueda entrar a un equipo profesional de béisbol.

Kenny Parrish es el mejor amigo de Dominic y su interés por el béisbol es lo único que los une, pues la familia de Kenny pertenece a un sector socioeconómico superior al de la familia Molise, lo que ha generado desprecio por parte de la familia Parrish hacia el pequeño Dominic. Kenny, a pesar de su corta edad, puede plantearse los sueños que el dinero de su familia le hace accesibles, a diferencia de Dominic Molise, quien se adhiere a los mismos sueños sin tener la capacidad económica para alcanzarlos. Ambos planean huir de la ciudad para presentarse ante el equipo de béisbol profesional más cercano a ellos y firmar contrato para convertirse en jugadores. Pero ni Dominic ni su familia tienen el dinero para pagar el boleto de autobús que necesita el chico Molise para concretar su plan.

—¡Vámonos, Kenny! ¡Vayámonos antes de que la muerte nos alcance!

—Sellemos el acuerdo.

Volvimos a darnos la mano.

—¿Cuándo?

—Mañana —dijo—. Subiremos a un autobús y llegaremos en dos días.

Aquello me frenó un poco. Había inconvenientes.

—¿Cuánto nos costará?

Ken calculaba que cincuenta por cabeza hasta que firmáramos el contrato. Di un gruñido. Aquello era más de lo que valían los muebles de mi casa, incluida la estufa de la cocina. Recordé la mandíbula floja de mi padre mientras repasaba nuestras deudas: el alquiler, la luz, el lechero, el colmado, el carbón, el médico, el almacén de maderas. Éramos tan pobres que incluso las pobres monjas del Santa Catalina nos habían admitido gratis.

Y allí estaba Kenny con su abrigo nuevo, sus zapatos ingleses y su gorro de piel, hablando de cincuenta dólares como si se tratara de cincuenta centavos, y me puse a gritar:

—¿Por qué tu hermana Dorothy no me dirige la palabra? ¿Por qué es tan clasista conmigo? ¿Qué le he hecho yo? ¿Acaso soy un vagabundo o algo parecido? Cada vez que me ve, me da la espalda. ¡Es indignante! [68-69].

La abuela Bettina no tolera la vida en Estados Unidos: no conoce nada ni a nadie, y la marginación que vive con su familia la hace despreciar todo lo que hay y sucede ahí, como el azúcar o los sueños de su nieto que “sabe todo lo de la vida” con sus ideales. La familia emigró a América en busca del sueño americano, pero no lo encontró. Para la abuela Bettina, que su nieto se planteé alcanzarlo es una tontería porque está consciente de que no existe; al menos, no para ellos.

Dominic Molise es un joven idealista e impulsivo que pretende alcanzar sus objetivos sin tomar en cuenta su contexto, lo que suele llevarlo al fracaso. Durante un encuentro que tiene con Dorothy Parrish, a quien ama y a quien se le quiere declarar, termina abusando de ella. Esta escena se presenta como preludio de otro de los grandes fracasos de Dominic con el que concluye la novela.

En los cinco capítulos que componen 1933 Was a Bad Year, el lector logra adentrarse en el sentimiento de frustración de John Fante, descendiente de una familia italiana inmigrante, a través de Dominic Molise, su alter ego, quien aborda el tema del crecimiento —y su dificultad— en unos Estados Unidos en los que el ideal del sueño americano nunca logra concretarse.

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