abogacía ® es un medio comprometido con la consolidación de un espacio democrático para la difusión y la divulgación de ideas y opiniones. ¡Suscríbete!

Fernanda Caso: el problema de nuestra democracia

Fernanda Caso analiza la necesidad de reformas electorales, la confiabilidad del INE, el alto costo de la democracia, la popularidad del presidente y la influencia del crimen organizado en las elecciones mexicanas.


Pasa el tiempo y en cada elección se vuelve a hablar de que necesitamos una nueva reforma electoral. ¿Realmente la necesitamos?

Fernanda Caso – Se necesitan reformas electorales porque la democracia no termina de construirse en una fecha determinada, por el simple hecho de que la sociedad se está transformando. Las leyes se deben ir adecuando a la nueva realidad.

Por eso no me asusta que se sigan planteando reformas electorales. Lo que tenemos que hacer es enfocar hacia dónde deben dirigirse los cambios. Por mucho tiempo nos concentramos en ajustar las reglas de las elecciones, de la autoridad electoral, pero no hemos dedicado suficiente tiempo al tema de los partidos, cuando hay algunos que funcionan como clubes de amigos que se reparten las candidaturas. En los últimos comicios no hubo ningún partido que tuviera una verdadera elección interna, se organizaron unas cuantas personas —casi todos hombres, si no es que todos— y tras bambalinas eligieron a los candidatos que iban a representar a las coaliciones. Me cuesta trabajo creer que tengamos una democracia consolidada cuando la única participación de los ciudadanos consiste en elegir entre cinco opciones sin haber participado en el proceso. Los candidatos de los partidos se siguen eligiendo de manera cupular, lejos de la voluntad ciudadana.

Tenemos partidos políticos que son verdaderos parásitos de la democracia.

Fernanda Caso – Los ciudadanos siempre hemos visto a los partidos como entes indeseables frente a los cuales sentimos una especie de rechazo. No creemos que realmente sean plataformas ciudadanas de participación o vías de acceso de las ideas ciudadanas al poder. Pero son inevitables. Sin embargo, hay partidos que sobran, no porque haya un exceso de alternativas ideológicas, sino porque no representan nada, no tienen ningún sentido y sobreviven como lapas de partidos más grandes. Y de esto hay responsables, personas con nombre y apellido que se han dedicado a mantener a estos partidos vivos por medio de acuerdos cupulares.

Mientras, en el debate político seguimos enfocándonos en el órgano electoral.

Fernanda Caso – Es sano que se cuestione al Instituto Nacional Electoral (INE) para reafirmarlo, siempre y cuando se presenten argumentos y evidencia. Ahí es donde realmente está el problema: se acusa a la autoridad electoral con cuestionamientos sin fundamento.

Por otro lado, ciertamente hay cosas que se pueden mejorar, porque no hay instituciones perfectas. Pero el constante golpeteo político —porque no se trata de una discusión legal o política seria— y los ataques contra la institución, incluyendo la persecución penal contra los consejeros por los votos que han emitido, raya en el autoritarismo.

Se trata de discusiones distintas y no podemos permitir que se nos venda como una reforma electoral cuando no lo es.

El INE está entre las instituciones más confiables que tiene el país, sólo por debajo del Ejército. No ha hecho un mal trabajo, ¿no crees?

Fernanda Caso – Ha hecho un gran trabajo. Porque además su labor no se limita al día de la elección. Detrás del conteo de votos está la tarea de verificar quién puede emitir el voto, emitir la credencial de elector, capacitar a los funcionarios, crear una cultura cívica sobre las implicaciones de una elección, instrumentar criterios sobre cuáles votos van a contar y cuáles no. Incluso, si sólo nos limitáramos a hablar del conteo de votos, es un trabajo enorme.

Podría interesarte: Entrevista a Lorenzo Córdova: «Aceptar la derrota: condición para la democracia»

La democracia en México es muy cara, una de las más caras del mundo.

Fernanda Caso – Sí, el costo es muy alto, pero también está asociado a una gran carga de trabajo y a muchas responsabilidades inútiles. Al INE se le han asignado una cantidad de tareas absurdas que además no puede cumplir porque no son su responsabilidad. Pero la mayor parte del costo de nuestra democracia no deriva de ocurrencias sino de nuestra experiencia, que es de gente que intenta robar las elecciones, de gobernadores que pretenden controlar los resultados, de dinero público involucrado en los procesos. Al final, los altos costos se derivan de la intención de tener elecciones más seguras.

Por otro lado, analizando el estado de la democracia en el mundo, me parece que el costo económico es pequeño en comparación con el costo político que podría haber con una elección que dejara dudas. Debemos garantizar la confiabilidad de los procesos, aunque no nos guste el resultado de la elección.

En México hemos evitado conflictos sociales justamente por haber construido procedimientos. Sí, son costosos y hay que evaluar qué ajustes se pueden hacer en todas las tareas que tiene asignadas el INE, pero la valoración del costo de la democracia no se debe hacer a partir del debilitamiento de los procesos.

Podría interesarte: «La democracia constitucional: una nota»

Uno de los temas más comentados en los últimos días es la revocación de mandato [en 2022] propuesta por el presidente [AMLO]. Más allá de los dimes y diretes por el aplazamiento de la consulta y las decisiones de la Corte y del Tribunal Electoral, ¿quién tiene la razón?

Fernanda Caso – Realmente la consulta es innecesaria: nadie la pide, además de que le va a costar muchísimo dinero al país en un momento en que hay otras necesidades. Pero si se realiza, creo que el INE tiene razón: debe contar con presupuesto para llevarla a cabo. Eso me parece muy claro. No entiendo por qué hay tanto debate al respecto. Genuinamente creo que la intención del gobierno es forzar al INE a hacer una consulta para culparlo por los malos resultados y seguir debilitando a la institución.

También pienso que el INE se anticipó al suspender las actividades antes de la resolución de la Corte, porque finalmente sí tenía un presupuesto con el que podía empezar a trabajar y había tiempo para esperar a que la Corte resolviera. Me pareció una decisión fuera de tiempo, pero finalmente el INE está acatando la decisión. Ahora que si la consulta se realiza con un presupuesto menor del necesario, el resultado no será adecuado. Se trata de una consulta muy importante sobre quién debe dirigir al país y debería tener las mismas garantías de una elección tradicional.

El debate político en México depende de la coyuntura política del momento; existe un divorcio entre lo que oímos en las campañas y lo que sucede en la realidad. ¿Esto no hace que los jóvenes pierdan interés y, si pueden hacerlo, busquen un futuro mejor en otro país?

Fernanda Caso – Es una tragedia que jóvenes mexicanos talentosos y con potencial estén pensando salir de México. Es la mayor tragedia para el futuro del país. Es algo en lo que el gobierno y los tomadores de decisiones tendrían que estar muy enfocados.

Los jóvenes se interesarían mucho más en lo público si hubiera más alternativas para vincularse en organizaciones civiles con causas, con temas de justicia social, de medio ambiente, etcétera. El país todavía tiene mucho por crecer y pienso que este gobierno no ha abonado a ello.

¿A qué atribuyes la popularidad del presidente, a pesar de lo que pasa en materia de seguridad, salud, cultura, entre otros ámbitos?

Fernanda Caso – Es otra de las preguntas del millón. No podría responder de manera tajante, pero tengo mis teorías. Lo atribuyo a que Andrés Manuel López Obrador no prometió que el suyo sería el gobierno más eficiente en términos económicos, el de mayor inversión; no tenía un plan de seguridad muy desarrollado; pero vendió la idea de que iba a quitar privilegios a las élites políticas, a quienes se habían beneficiado del poder durante años, y que iba a combatir la corrupción. Y ha hecho suficiente ruido para hacer creer que realmente está haciendo todo eso.

Ha logrado mantener —al menos de manera mediática, porque yo creo que de fondo no— el gran compromiso con el que llegó: llevar a cabo una transformación en la forma de gobernar. Y ha tenido símbolos contundentes: el avión que no usa, haber desaparecido el Estado Mayor Presidencial, cancelar las pensiones a ex presidentes, entre otras. Aunque minimizamos estas acciones, porque sabemos que no tienen un impacto real en la economía del país, e incluso creemos que pueden ser irresponsables, le funcionan muy bien.

El crimen organizado se está infiltrando cada vez más en las elecciones y en las discusiones políticas todo el mundo está callado. ¿Tú qué opinas?

Fernanda Caso – Es uno de los problemas a los que no le hemos dado suficiente importancia. Durante la última elección intermedia estuve haciendo un seguimiento de las noticias electorales y caí en la cuenta de los atroces crímenes que se estaban produciendo a diario. Difícilmente pasaba un día sin que hubiera que mencionar a un candidato asesinado, amenazado o que renunciara a la boleta por haber recibido algún tipo de amenaza a su persona o a su familia. Y no ha habido un seguimiento posterior de estos casos por parte de las fiscalías general y estatales, en un sentido más sistémico.

Hablemos ahora de Fernanda Caso. ¿Por qué estudiaste derecho en el ITAM?

Fernanda Caso – Siempre tuve claro que lo que quería era dedicarme a la política o a asuntos públicos; no necesariamente a litigar. No me veía en un despacho. Y en realidad estudié derecho con el propósito de tener una base para la vida, como algo que me va a servir siempre, porque es una carrera que proporciona muchas herramientas.

Al momento de tomar la decisión estaba entre tres universidades: la UNAM, el ITAM y la Universidad Panamericana. Al final me decidí por el ITAM porque es una universidad que ofrece una serie de materias importantes, además del derecho, como economía, filosofía y sociología. Hay un enfoque multidisciplinario que atiende un poco lo que yo quiero hacer en la vida. Si mi intención hubiera sido litigar, seguramente habría hecho una elección diferente.

¿Hoy te ves más como periodista?

Fernanda Caso – Durante la campaña presidencial de Margarita Zavala estuve muy cerca de los medios de comunicación, como vocera, y decidí que durante un tiempo exploraría este camino. Luego fui a estudiar una maestría en Estados Unidos y me tocó vivir las elecciones presidenciales y el movimiento por el asesinato de George Floyd. Vivía en Washington, una ciudad efervescente con todos estos movimientos.

Haciendo periodismo desde allá, escribiendo y trabajando para la revista Gatopardo, quería reflejar las elecciones desde la perspectiva de los votantes, que es algo que siempre ha faltado en el periodismo. Hablamos mucho de los candidatos, pero no de los electores.

El periodismo es una gran profesión y me doy cuenta de que hay muchas preguntas por responder. Hay muchas cosas que necesito entender sobre México y sobre nuestra democracia. En ese sentido, ha sido una experiencia increíble.

¿Saliste de la arena política desencantada?

Fernanda Caso – En realidad no. Mi salida del Partido Acción Nacional (PAN) fue una salida muy bien pensada. Dejé el partido en 2018 pero no por una candidatura o una campaña en específico. Más bien creo que el PAN dejó de ser ese partido democrático que había sido. Mucho de lo que hablo de la reforma de los partidos es porque tengo en mente al PAN, que dejó de ser un espacio de participación ciudadana.

¿Por qué generó tanto encono tu apoyo a Margarita Zavala? ¿Lo ves hoy como un lastre?

Fernanda Caso – No, de ninguna manera. Estoy convencida de que mi carrera y la forma en que se ha construido es posible gracias a muchas oportunidades que me proporcionó ella y cosas que aprendí durante el tiempo que trabajé con ella, no sólo en la campaña sino también previamente, como voluntaria.

Creo que el debate público ya está cargado hacia la descalificación. No se discuten las ideas. En Twitter publicas algo y recibes respuestas sobre tu persona, sobre tu pasado. Un debate así siempre va a ser infructuoso, con quien sea. Creo que Margarita no generó una campaña de odio, pero hubo mucha gente enojada por su vínculo con el ex presidente Felipe Calderón.

¿Era su momento? ¿No debió buscar primero un liderazgo?

Fernanda Caso – Creo que Margarita generó una ruta distinta y tenía un mensaje importante para las mujeres: no se puede pasar por encima de ellas y hacerlas a un lado sin que haya consecuencias. Ésa fue su decisión dentro del PAN y es lo que toda la vida les ha dicho a las mujeres. Creo que fue muy congruente de su parte hacerlo cuando ella era la persona involucrada.

Si en el PAN no le ofrecieron una vía de competencia, si simplemente se decidió que no podía competir porque el presidente del partido se autodesignó, al menos tenía que dar un manotazo sobre la mesa y señalar que aquello estaba mal. Y pienso que todas las decisiones que tomó de manera posterior fueron como una demócrata, atendiendo al bien del país.

El precedente de Margarita es muy importante para la democracia del país. No creo que el único objetivo de participar en una campaña sea el de ganar; tal vez es el primero, el que siempre se plantea, pero se pueden construir muchas otras cosas en el camino y creo que eso hizo Margarita.

Para cerrar, me gustaría citar a Fukuyama en su famoso ensayo El fin de la historia. Afirma que la democracia ha demostrado ser la forma ideal de gobierno. ¿Podemos seguir creyendo en la democracia?

Fernanda Caso – No hemos logrado construir una mejor opción. Mientras no haya una que garantice más libertades y mejor representación, tenemos que proteger este modelo, fortalecerlo y buscar las garantías para que se mantenga. Me considero una demócrata, no sólo en el sentido electoral sino en el sentido amplio: comparto las premisas básicas de la democracia, de igualdad y autodeterminación, y creo que a eso le tenemos que apostar como sociedad: a que eso se vuelva cada día más vigente, más real para millones de personas.


Las candidaturas independientes

Las candidaturas independientes a nivel municipal o distrital local tienen muchas más posibilidades de competencia que las candidaturas a nivel presidencial o de gubernaturas, porque las disparidades económicas y de promoción no son tan grandes. Lo que tenemos que preguntarnos es si realmente queremos que haya candidatos independientes a gobernador o a presidente de la República, porque se necesita generar las condiciones para que eso sea factible.

Una candidatura presidencial, en particular, es muy complicada por cuestiones de recursos, de tiempos de radio y televisión; simplemente por la exposición que se tiene al público. Y el esfuerzo que se necesita a nivel ciudadano para la recolección de firmas no es poca cosa. Se requieren muchos ajustes para que funcione.

Fernanda Rodríguez y Liliana Gutiérrez: Notariado y sociedad

Liliana Gutiérrez Robles y María Fernanda Rodríguez Diez son notarias de la Ciudad de México. Desde sus particulares experiencias tanto en la formación como en la práctica del notariado, lo que ha significado en su vidas haber incursionado en...

Newsletter

Recibe contenidos e información adicional en tu bandeja de entrada.

.