(1941-2021)
Para el foro jurídico de México y para toda la comunidad de la Escuela Libre de Derecho el fallecimiento del licenciado Mauricio Oropeza y Segura es una pérdida irreparable; especialmente para aquellos que tuvimos el honor de ser sus alumnos y por eso fuimos testigos de su amplio dominio y conocimiento del derecho y, más importante, de su inigualable calidad humana.
Egresó de la Escuela Libre de Derecho en 1965 con la tesis “El derecho de petición en México”. El maestro Mauricio Oropeza y Segura —además de ser uno de los mejores abogados en nuestro país— fue profesor de la escuela durante más de 50 años, impartiendo las materias de introducción al estudio del derecho, teoría general del Estado y seminario de tesis. El respeto, el cariño y la admiración que le tuvimos sus alumnos lo llevó a participar en más de 268 exámenes profesionales, la mayoría como presidente del sínodo examinador. Ningún profesor, en los 109 años de vida de la Escuela Libre de Derecho, había presidido o participado en más exámenes profesionales que el maestro Oropeza y Segura. De ese tamaño es su legado.
Fue sucesor, en toda la extensión de la palabra, de nuestros ilustres fundadores y nos demostró que para él su prioridad absoluta como abogado siempre fue la escuela y, por eso, al concluir cada examen profesional o cada ciclo escolar nos recordó que nuestra obligación como hijos de la Escuela Libre de Derecho era acudir a ella de manera desinteresada e inmediata cuando ésta nos lo requiriera, cumpliendo cabalmente con nuestros principios que disponen que “el orden y la disciplina de la escuela quedan confiados al honor de sus alumnos y de sus maestros” y que “los servicios de los profesores serán necesaria e invariablemente gratuitos y personalísimos”.
Pero lo que más vamos a recordar y a extrañar sus alumnos es al maestro Oropeza como el ser humano extraordinario e inigualable que fue; al hombre bueno, culto, sabio, justo, espontáneo, caballeroso y de ideas y convicciones claras y definidas, que nos enseñó que lo más importante en la vida es la familia. Siempre nos platicó sobre su esposa, abogada egresada de la escuela, sobre sus hijos —su hijo Mauricio también es egresado de la escuela y fue vocal de la junta directiva de la misma— y, sobre todo, nos contó sus aventuras con sus adorados nietos y de lo orgulloso que estaba de todos ellos. Para su familia, mi más sentido pésame por el sensible fallecimiento del maestro.
Con la partida del licenciado Mauricio Oropeza y Segura se ha ido un hombre íntegro, un estupendo abogado, profesor y amigo. Todos los que tuvimos la oportunidad de estar cerca de él jamás lo vamos a olvidar y nos encargaremos de que su legado sea recordado siempre.
Como abogado y miembro de la comunidad de la Escuela Libre de Derecho no tengo palabras para agradecerle todo lo que hizo por la justicia en nuestro país y por nuestra escuela. ¡Hasta siempre, querido maestro! Descanse en paz.
