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Crisis humanitarias: ¿Retroceso en los derechos humanos?

En el mes en el que se celebran los derechos humanos, tenemos que pensar la diplomacia como una forma de resolver las graves crisis humanitarias que hoy aquejan al mundo.


“La historia siempre será escrita por los vencedores.” Sin embargo, nunca se escatima con las vidas humanas arrebatadas por la ruindad de los gobernantes. Los acontecimientos bélicos han probado lo capaz e incapaz que puede llegar hacer el ser humano con tal de lograr la victoria. Dos guerras mundiales son muestra de esta aseveración. La capacidad de autodestrucción incentivó a los Estados a crear organismos internacionales dotados de un marco ético, político y jurídico para que vigilara y protegiera los derechos humanos, desde cualquier arista, con el propósito de no repetir la deshumanización.

La capacidad analítica y el raciocinio son parte indiscutible de la evolución de la especie humana. Los neandertales utilizaban herramientas para cazar o defenderse, mientras que ahora el desarrollo tecnológico ha creado armas de destrucción masiva. Desde la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1945, y la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948, el valor de la dignidad y la integridad humana no se conduce bajo el principio de subsidiariedad,1 o principio comunitario.

Principio de subsidiariedad

Este principio es un compromiso en virtud del cual se regulan las competencias entre individuos y comunidades. En la Enciclopedia jurídica de derecho internacional, María González (2008) define el principio de subsidiariedad de la siguiente manera: “La Unión no actúa, excepto para los sectores de su competencia exclusiva, hasta que su acción es más eficaz que una acción emprendida a nivel nacional, regional o local”. Dicho en otras palabras, los actores resolverán sus controversias a través del diálogo y en temas que les competen sin que uno intervenga en cuestiones internas del otro, a menos que uno requiera y pida ayuda del otro.

La Convención Americana sobre los Derechos Humanos,2 también conocida como Pacto de San José de Costa Rica, hace referencia al principio de subsidiariedad en el preámbulo al afirmar lo siguiente: “Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón por la cual justifican una protección internacional, de naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados americanos.” Dicho en otras palabras, se logró dotar de personalidad jurídica al individuo en el plano internacional, sin importar las cuestiones internas.

A este principio también se le conoce como principio comunitario, el cual se refiere a una limitación de las competencias entre todos los miembros para establecer sus objetivos y decidir el rumbo que anhelan alcanzar a través del diálogo y de la participación de los actores en cuestión. 

Indudablemente, la diplomacia es la mejor forma de lograr la paz internacional. No obstante, los esfuerzos para alcanzarla son condicionados. El lenguaje de paz tiene que ser universal.

Tiempos difíciles

En la actualidad, se viven diversas crisis humanitarias y se perpetúan genocidios contra minorías, así como crímenes de guerra de lesa humanidad. Empero, el hecho de que le mundo no esté en un conflicto armado de escala internacional provoca que el silencio de unos Estados sea la condena de otros, al verse limitada la capacidad de reacción si se trata de intereses políticos, económicos o regionales.

Crisis humanitarias

Una crisis humanitaria detona por una situación de emergencia que amenaza los derechos fundamentales de una comunidad o de un territorio. Puede ser causada por catástrofes naturales, por cuestiones sanitarias o políticas, por hambre o por falta de acceso a servicios básicos. La pandemia por el Covid-19, combinada con el cambio climático, ha agravado la situación de millones de personas, pues se calcula que en la actualidad aproximadamente 274 millones de personas requieren algún tipo de asistencia. 

Para eso, la onu cuenta con varias agencias especializadas que brindan apoyo según sea el caso: el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la agencia de la onu para los refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), entre otras. 

Los aíses que se mencionan a continuación son algunos de los más vulnerables en la historia reciente:

Afganistán, por la invasión de Estados Unidos, que duró 20 años.

• Colombia, como consecuencia de los desplazamientos masivos provocados por el conflicto armado y por la migración de ciudadanos venezolanos.

• El Cuerno de África (Somalia, Etiopía, Kenia), por conflictos étnicos, sequías extremas y el reciente envío de tropas esradounidenses a Somalia.

• Haití, por el nulo Estado de Derecho y la violencia, que han propiciado que la mitad de su población enfrente hambre y un brote de cólera.

• Sudán del Sur, donde ocho millones de personas padecen hambre severa tras la guerra civil y el clima extremo. (El 65 por ciento de la población no tiene qué comer.)

• Yemen, que vive una guerra civil desde 2014. Se calcula que tres cuartas partes de su población (23 millones de personas) requiere algún tipo de ayuda humanitaria.

Genocidios contra minorías

Los discursos de odio y la represión hacia un sector determinado de la población que aspira a ejercer sus derechos fundamentales han ocasionado el resurgimiento de un delito que contrapone los principios básicos de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho internacional humanitario: el genocidio.

En la década de 1990 tuvieron lugar dos genocidios: uno en Europa y otro en África. A pesar de los recientes ordenamientos jurídicos creados tras la Segunda Guerra Mundial, la amenaza persistió y la diplomacia multinivel fracasó. El odio y la coerción promovieron diversos actos de deshumanización:

• En Srebrenica, Bosnia-Herzegovina, ataque a la población bosnia musulmana.

• Ruanda, intento de exterminio de la población tutsi.

Sin embargo, en pleno siglo xxi, la intolerancia y la supremacía racial son el ajonjolí para aniquilar a quien se considera inferior. La evidencia existe. El trauma persiste. El silencio es el presente. He aquí algunos ejemplos:

• Darfur, al oeste de Sudán. Se le conoce como el primer genocidio del siglo xxi. Fueron asesinada 300,000 personas. Hoy en día, existen miles de refugiados.

• Comunidad yazidí en Iraq. En 2014 el Estado islámico inició una ofensiva contra esa comunidad y perpetró homicidios masivos, violencia sexual, tortura y esclavización.

• Musulmanes uigures en China. Se sabe que existen miles de desplazados en países vecinos. Un millón de personas han sido detenidas de manera ilegal y trasladadas a centros educativos y de formación profesional para su adoctrinamiento bajo los principios de la cultura china, con el propósito de combatir el terrorismo y el extremismo religioso.

• Musulmanes rohingya en Myanmar. La represión militar de 2017 incentivó el genocidio hacia esta minoría. Muchos fueron víctimas de actos de violencia sexual y testigos de asesinatos masivos. Por eso existe un millón de refugiados que en su mayoría llegaron a Bangladesh.3

• Palestina. La anexión de los territorios de la Península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este (incluida la Ciudad Vieja) y los Altos del Golán, más los asentamientos judíos construidos ilegalmente en Jerusalén Este, han desplazado a cientos de palestinos.

En agosto de 2022 la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su informe de despedida tras cuatro años en el cargo, denunció que se habían cometido graves violaciones a los derechos de los musulmanes uigures en la región autónoma de Xinjiang, al aplicar políticas arbitrarias que implicaron detenciones sistemáticas y esterilizaciones forzosas. Cabe señalar que la alta comisionada confesó que había sufrido diversas presiones políticas de varios países para que ese documento no se publicara.

Crímenes de guerra y de lesa humanidad

En el Derecho internacional humanitario los crímenes de guerra y de lesa humanidad constituyen violaciones a los derechos humanos fundamentales de carácter inhumano, donde la tortura, las desapariciones forzadas y la violencia son ejercidas para lograr el sufrimiento ajeno. ¿Cuáles son los países que forman parte de la lista negra?

• México, país emblemático por el libre albedrío donde impera el “narcogobierno”. Los feminicidios, los desaparecidos y el incremento de las tasas de mortalidad, así como el descubrimiento de fosas clandestinas son un asunto cotidiana desde hace más de 15 años; lo cual se suma al desigual acceso al derecho a la salud y al rechazo a las recientes caravanas migrantes provenientes de Centro y Sudamérica.

• Siria, donde han pasado 10 años desde el inicio de la guerra civil. El oportunismo de algunos países hacen de esta guerra uno de los mejores negocios por la ventajosa ubicación geográfica y los vastos recursos naturales de ese país. La situación se agrava debido a que el grupo terrorista, el Estado Islámico (isis, por sus siglas en inglés), niega la ayuda humanitaria.

Ucrania. En su caso, el duelo geopolítico y geoeconómico entre Rusia y la Unión Europea provocó que miles de personas fueran desplazadas a países colindantes, condenadas a participar en una guerra que propugna un cambio contra la europeización política en Europa del Este.

• Venezuela, donde la dictadura ha propiciado desapariciones forzadas, represión, ejecuciones extrajudiciales, nulo derecho a la salud, entre otros.

Derivado de lo anterior, es oportuno hacer mención de algunas zonas de inestabilidad que se pueden concatenar en futuras crisis humanitarias o conflictos de mayor escala. En virtud de ello, para evitar que la dignidad humana sea oprimida y fragmentada como consecuencia de los intereses y los rencores de los unos hacia los otros, la comunidad internacional tiene el deber de vigilar y salvaguardar la integridad de millones de personas en las siguientes regiones:

• Norte de Iraq, donde se llevan a cabo enfrentamientos diarios entre kurdos y fuerzas armadas de Turquía.

• Libia, que enfrenta una guerra civil desde hace 10 años y agrava la crisis migratoria hacia el Mediterráneo Central.

• Nagorno Karabaj, región disputada entre Azerbaiyán y Armenia.

• Nigeria, donde ha tenido lugar el surgimiento del grupo extremista Boko Haram4 y de movimientos separatistas de la región sudoriental de Biafra.

• Mali, país en el que se consumó un golpe de Estado y el Estado solicitó apoyo para frenar a los yihadistas.

• Taiwán, de interés de la China continental para controlar el Mar Meridional de China y conseguir la unificación del país.

Conclusiones

Indudablemente, la diplomacia es la mejor forma de lograr la paz internacional. No obstante, los esfuerzos para alcanzarla son condicionados. El lenguaje de paz tiene que ser universal, así como el interés y la condena de la comunidad internacional para salvaguardar la vida de millones de personas sin importar su raza, su identidad o sus creencias religiosas, las cuales están siendo acalladas y menoscabadas por intereses políticos y económicos.

La universalidad de los derechos humanos, así como los convenios y los estatutos internacionales se han visto limitados en su actuar ya que la sana convivencia entre las culturas no ha sido alcanzada. Basta recordar que las leyes se crearon para resolver conflictos y para evitar que se repitan las atrocidades. Es momento de devolver los derechos a la ciudadanía y no a los promotores de crímenes en contra de la grandeza humana. ¿En algún momento de la historia los Estados permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como la Federación Rusa, Estados Unidos y China, ratificarán el Estatuto de Roma?5

Fuentes de consulta

Arnaldo, E. (2008), “Principio de subsidiariedad”, Enciclopedia jurídica de derecho internacional, vol. 17, Madrid, pp. 9742-9747.

Convención Americana sobre los Derechos Humanos.


Héctor Carreón Perea nos platica su experiencia como becario de la Academia Principios de Núremberg y como secretario técnico de la Coalición Mexicana por la Corte Penal Internacional, así como su visión sobre la importancia de implementar las recomendaciones internacionales y los principios del Estatuto de Roma desde su posición como comisionado de la Comisión de Transición de la Procuraduría a la Fiscalía de la Ciudad de México. Puedes leer su experiencia aquí.

  1. El principio de subsidiariedad surgió en el Tratado de Maastricht de la Comunidad Europea, tras la reforma a los Tratados de Roma para crear una Unión Europea con la finalidad de promover la paz en Europa Occidental.[]
  2. Entró en vigor el 18 de julio de 1978.[]
  3. Campo de refugiados más grande del mundo.[]
  4. Una de las formaciones yihadistas más violentas del mundo.[]
  5. La jurisdicción de la Corte Penal Internacional se aplica únicamente a los países firmantes del Estatuto de Roma.[]

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